Varias investigaciones demostraron que Abner Doubleday no inventó el béisbol y que en Cooperstown no ocurrió el primer juego. Días atrás escribí sobre eso, en una crónica titulada “Cooperstown cuna adoptiva”.
La semana pasada se cumplió otro aniversario de la fundación del legendario templo del béisbol y a propósito de la efemérides, un amable lector me preguntó dónde se jugó por primera vez y quien lo inventó.
Determinar eso es muy difícil, porque existen varias referencias que muestran que el juego fue practicado por estudiantes y profesionales de diversas áreas desde antes de mediados del siglo XIX, pero sabemos que el béisbol es heredero del críquet, que derivó en la “rondada” que dio origen al béisbol como lo conocemos y que tiene una historia documentada que vale la pena conocer.
Por lo explicado en el párrafo anterior, no parece justo hablar de un “padre” del béisbol, además el lugar de nacimiento podría ser cualquier terreno al norte del continente americano, pero cuando indagamos diferentes investigaciones, conseguimos a un hombre que bien podría decirse es uno de sus indiscutibles pioneros: Alexander Cartwright un comerciante que además era bombero voluntario.
En 1845, Cartwright, desarrolló las reglas básicas del juego,tal y como lo conocemos ahora. El 23 de septiembre de ese año, organizó el New York Knickerbockers Baseball Club.
El 6 de octubre, los Knickerbockers participaron en un juego de béisbol, disputado entre miembros del mismo club. Se enfrentaron durante tres entradas y uno de los equipos era liderado por Cartwright, quien perdió once a ocho. Desde ese día de octubre hasta el 18 de noviembre, los Knickerbockers jugaron al menos catorce juegos en Hoboken, New Jersey, y quedaron listos para su primer desafío contra un equipo rival. En el ‘New York Morning News’ apareció el primer box score anotado por él.
Fue el 19 de junio de 1846, cuando por primera vez el club creado por Cartwright se enfrentó a otro equipo, los “Nine”, conformado por ex jugadores de los propios Knickerbockers, a quienes por diversas razones no les gustaba viajar a Nueva Jersey, donde Cartwright organizaba entrenamientos.
Según la historia, el Nine derrotó a Knickerbockers por paliza de veintitrés carreras a una. De acuerdo con la investigación publicada por la escritora Monica Nucciarone, “Uno de los mitos de esa historia es que Alexander Cartwright fue árbitro de ese primer juego, pero esas hojas de anotación, en particular, faltan en los libros de registro originales de los ‘Knickerbockers’ en la Biblioteca Pública de Nueva York. Afortunadamente, esas páginas fueron fotografiadas para un libro de James M. Kahn, ‘The Umpire Story’, publicado en 1953. Sin embargo, la línea de la firma del árbitro está en blanco. Cartwright no firmó la línea del árbitro, ni estaba en la alineación. Para el ‘juego extra’ de ese día fue J. Paulding quien firmó como árbitro. Cartwright tampoco estaba en la alineación de ese juego”. Termina la cita.
En junio de 1953, el Congreso de los Estados Unidos lo reconoció como el “Padre del béisbol moderno”. En todo caso fue uno de los pioneros que llevó el beisbol por donde pasó y quiso que se convirtiera en el gran pasatiempo de su país.
Hay frases de Alexander Cartwright que nos dan una idea de su visión de este juego que tanto nos gusta.
A los lanzadores: «Ponlos a batear, tienes un equipo detrás de ti”.
A todos: “Suelten el bate si no pueden mantener el juego limpio”.
Sus reglas se mantienen casi exactas y aún hay quienes afirman que “Noventa pies entre el home y la primera base, tal vez eso sea lo más cerca que un hombre haya llegado de la perfección”. Walter Smith, periodista.
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