Desde su debut con los Tigres de Detroit en 2013, Nick Castellanos mostró condiciones para imponerse en el béisbol de Grandes Ligas; a un swing demoledor le añadía un buen contacto y una capacidad inusual de ajustar rápidamente su biomecánica para pegarle cómodo a la bola.
En su momento, Castellanos fue junto a JD Martínez una de las jóvenes promesas de los Tigres y si Miguel Cabrera era el rey en Comerica Park, Castellanos sumaba votos para suplir al venezolano.
Pero la huella de Nick se fue perdiendo de a poco; ello debido a los malos resultados de la franquicia, así y todo, Castellanos siguió rindiendo buenas campañas en la MLB.
En 2019, la llegada de Nick Castellanos a la división central de la Liga Nacional para jugar con los Cachorros de Chicago deslumbró a muchos,pues a todas luces era una gran oportunidad para el pelotero; pero en eso quedó en ilusión y a finales de esa campaña, Castellanos se acogió a la agencia libre.
En enero de 2020, los Rojos de Cincinnatti anuncian la adquisición de Nick y enseguida comienzan a venderlo con bombos y platillos como la próxima gran estrella del equipo; aún con el estigma del paso de Yasiel Puig, un año antes.
Pero el 2020 fue un año malo para muchos y Castellanos no quedó fuera, rindiendo su campaña más mala hasta entonces, con apenas 213 de average.
La incertidumbre empezó a reinar y muchas dudas comenzaron a emerger pero todo era cuestión de paciencia, pues en este 2021, a sus 29 años, Nick Castellanos ha descollado como la gran promesa que un día prometió ser.
Si los Rojos de Cincinnatti van teniendo un buen año y su fanaticada ha vuelto a ilusionarse, es en buena medida gracias al desempeñó de un hombre como Castellanos.
Al momento de escribir este texto, Nick promedia para 346 de average, con 16 jonrones y 53 carreras impulsadas; números que desde ya lo convierten en un serio candidato al MVP de la Liga Nacional.
Estimados lectores, la hora de Castellanos llegó.
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