martes, 9 de agosto de 2022

¿Podría Edwin Díaz ganar el Cy Young por la L.N.?



Anthony DiComo/MLB.com

 A estas alturas de la campaña, se ha convertido en un cliché decir que el puertorriqueño Edwin Díaz está haciendo cosas nunca antes vistas. Entonces, ¿qué tal algo que sí hemos visto? ¿Cuáles son las probabilidades de que Díaz, un relevista, pueda llevarse el Premio Cy Young por la Liga Nacional?

No es algo sin precedente. Nueve relevistas se han llevado el Cy Young a casa, aunque ninguno desde Eric Gagne en 2003. Por lo tanto, ¿qué factores les otorgan a los pitchers relevistas la oportunidad de ganar este reconocimiento?

1. Una carga de trabajo extraordinaria

Cuando Mike Marshall se convirtió en el primer relevista en ganar el Cy Young en 1974, lo logró tras ver acción en 106 juegos y con 208.1 entradas acumuladas. Marshall encabezó las Mayores en presentaciones por un margen masivo y compiló más innings que la mayoría de los lanzadores abridores ese año. Es un ejemplo extremo, pero también un caso aparte. De los nueve relevistas quienes han ganado el honor, todos ellos lanzaron por lo menos 78 episodios, con cuatro de ellos superando los 100 actos, y todos ellos encabezaron su liga en presentaciones, juegos terminados, salvamentos o alguna combinación de estas estadísticas.

En resumen, el volumen sí importa, algo que no favorece las probabilidades de Díaz de ganar el Cy Young: Ocupa el tercer lugar en salvamentos en la Liga Nacional y es 93ro en entradas lanzadas, y está empatado en la 11ma posición en presentaciones.

2. Una línea de pitcheo dominante

Tomando en cuenta la campaña de 1981 de Rollie Fingers. A diferencia de Marshall, Fingers no acumulo una carga de trabajo significativa, tras haber lanzado solamente 78 innings en 47 juegos – las marcas más bajas en ambos departamentos para cualquier relevista en un año de Cy Young. Pero Fingers produjo un EFE+ de 333, la cual es una de las mejores medidas para comparar pitchers entre eras. De forma sencilla, nos dice que Fingers fue tres veces más efectivo que un lanzador promedio de Grandes Ligas esa temporada. Entre los relevistas de la Liga Americana con la misma cantidad de entradas que Fingers, Dave Righetti ocupó la segunda posición con EFE+ de 174. Ni cerca.

Mientras que la necesidad de cierto nivel de dominio para ganar el Premio Cy Young es obvia, para los relevistas es crucial, ya que deben hacerlo en mucho menos entradas para llamar la atención de los votantes. Tomando en cuenta lo importante que las estadísticas acumulativas tales como entradas lanzadas y ponches son para los votantes, los relevistas deben producir raquíticos promedios de efectividad y números extraños para ser tomados en cuenta.

Ahí es donde Díaz brilla. El oriundo de Naguabo podría establecer el récord de todos los tiempos para tasa de ponches con potencialmente más de dos ponches por episodio, una métrica bastante atractiva que debería otorgarle algunos votos. Su EFE+ es de 289 y pronto podría entrar en territorio de Fingers.

Edwin Díaz alcanza tres dígitos

3. Ningún abridor se ha apartado del montón

Otra vez observando la temporada de Fingers en 1981, ningún abridor de la Liga Americana consiguió más de 14 victorias en dicho año. Apenas uno, Dennis Leonard, superó las 200 entradas, y fue 10mo en el Joven Circuito en efectividad. Righetti no calificó para el título de efectividad. Sammy Stewart se llevó el premio con una marca de casi el doble más de lo que Fingers produjo.

Cuando el puertorriqueño Willie Hernández fue premiado con el Cy Young y el JMV de la Americana en 1984, los votantes tuvieron problemas para separar a cada uno de los contendientes en la principal manada de abridores. Hernández resultó recibiendo 12 votos de primer lugar para el Cy Young, mientras otros tres serpentineros (incluyendo otro relevista) dividieron los otros 16.

Cuando ningún abridor se separa con sus estadísticas, presenta la posibilidad para que los relevistas reciban votos. Por eso hay que seguir de cerca al dominicano Sandy Alcántara, quien ha sido el favorito por gran parte de los primeros meses de campaña. Si Alcántara cae otra vez entre el montón, surgiría una posibilidad.

Díaz salva el 25 con un ponche

¿Qué significa todo esto para Díaz?

Para ser realistas, ni tanto. No sólo han cambiado los roles de los relevistas durante el paso de las décadas, impidiéndole a lanzadores como Díaz acercarse a cargas de trabajo similares a la de Marshall, sino que también el razonamiento de los votantes ha cambiado. Al evaluar a los pitchers, varios votantes ahora tienen en cuenta estadísticas acumulativas como WAR y WPA, que por naturaleza están en contra de los relevistas. (Díaz llega a la acción del martes de 16to WAR y 15to en WPA en la Nacional) Por último, la implementación del Premio al Relevista del Año en el 2014 les dio menos incentivos a los votantes para reconocer a los integrantes del bullpen en la selección del premio Cy Young.

La última vez que un relevista terminó más alto que sexto en la votación por el Cy Young fue en el 2017, cuando Kenley Jansen quedó de quinto. Han pasado 14 años desde que un relevista ha estado entre los primeros tres.

Son muchas palabras para decir que, aunque Díaz ha dominado y probablemente reciba algunos votos para el Cy Young, son pocas sus posibilidades de verdaderamente llevarse el premio. Pero no hay que angustiarse. Los Mets saben lo valioso que ha sido; por eso no necesitan una placa como muestra.


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