CLEARWATER, Florida – En una temporada de altísimas expectativas, nadie sabe qué esperar del venezolano Odúbel Herrera, el jardinero central de los Filis.
Nadie pone en duda que Herrera es un tipo sumamente talentoso. El muchacho puede batear. Y posee una defensa con calibre de Guante de Oro. Entre 2015 y 2017 sumó 10.5 de WAR, lo que lo convirtió en el 48vo pelotero más valioso de todo el béisbol, de acuerdo con Baseball-Reference. Pero un abrir y cerrar de ojos es capaz de hacer cosas que vuelven locos a los fanáticos de los Filis. De hecho, tras un prometedor arranque en el 2018, tuvo un bache ofensivo y defensivo durante los últimos cuatro meses de la campaña. Cerró el año con WAR de 0.2, el peor de su carrera, y quedó advertido: si quiere jugar todos los días en el 2019 tiene que mejorar.
“Yo creo que para uno madurar como jugador tienes que saber qué has hecho mal y en qué puedes mejorar”, dijo Herrera al principio de los entrenamientos. “Por eso fue que en el invierno traté de mejorar trabajando duro y empezando a practicar bien temprano”.
Herrera reconoció que hubo momentos en la temporada pasada en los que perdía el enfoque. ¿Por qué? No lo tiene claro. Pero sucedió. Y no puede volver a suceder otra vez.
“Esa definitivamente es un área en la que queremos que Odúbel mejore”, dijo el manager Gabe Kapler. “Queremos que esté lo más enfocado posible, que siempre esté listo para que apenas la bola cruce sobre el plato ya él esté preparado para dar el mejor salto posible. Que cuando esté en las bases sepa que le están prestando atención. Esas son cosas que le vamos a estar recordando permanentemente”.
Herrera ha iniciado 536 juegos en el linuep de los Filis en su carrera. Ha bateado entre el tercero y el primer turno 415 veces (77.4%). Esta temporada se espera que sea el séptimo bate, con el también venezolano César Hernández, el dominicano Jean Segura, Bryce Harper, Rhys Hoskins, J.T. Realmuto y Andrew McCutchen por delante de él. Si retoma la forma que lo convirtió en uno de los mejores peloteros del béisbol entre 2015 y 2017 –cuando combinado bateó .288 con .774 de OPS—el lineup de los Filis podría exprimir a los lanzadores de la Liga Nacional por los próximos seis meses.
“No es fácil estar motivado todo el año, porque la temporada es bien larga”, dijo Herrera. “Pero mi enfoque es lograr esa concentración toda la temporada, durante los nueve innings de cada juego. Yo siento que he aprendido de los errores que cometí”.
Si Herrera no logra repuntar, Roman Quinn o Aaron Altherr podrían quitarle el puesto. Herrera lo sabe.
“Yo entiendo que este año hay más competencia y honestamente creo que yo soy mejor pelotero cuando hay competencia”, siguió Herrera. “Eso saca lo mejor de mí, porque sé que tengo que jugar mejorar. Uno necesita esa presión”.
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