lunes, 13 de enero de 2020

Las ocho décadas del «Patón» Carrasquel


Tony Cittadino (Mallorca).- A propósito de los 80 años del debut de Alejandro «El Patón» Carrasquel en las Grandes Ligas, aprovechamos para recordar un trabajo especial publicado hace 10 años en el Diario TalCual.

Hace 70 años Alejandro Carrasquel se convirtió
en el primer venezolano en jugar en las Grandes Ligas.
Su legado es invalorable para las generaciones
que lo emularon y triunfaron

Los más románticos dicen que el primer amor nunca se olvida. Es el más bonito. El que se recuerda toda la vida. Así sucede con el primer venezolano que jugó en las Grandes Ligas: Alejandro “Patón” Carrasquel.
Hoy se conmemoran 70 años de su debut, que sirvió para que otros 235 criollos también tuvieran la oportunidad de jugar en el beisbol de Estados Unidos. Por fácil que parezca, la proeza del “Patón” es digna de admirar. El 23 de abril de 1939 comenzó un duro camino con los Senadores de Washington que lo llevó a superar barreras sociales y culturales, tan marcadas en aquella época en la que Venezuela recién salía de la dictadura de Juan Vicente Gómez y era gobernada por Eleazar López Contreras.
Ese importante paso abrió las puertas de las mayores a jugadores tan reconocidos por sus grandes éxitos como Alfonso “Chico” Carrasquel, Luis Aparicio, David Concepción, Antonio Armas, Andrés Galarraga, Oswaldo Guillén, Wilson Álvarez, Magglio Ordóñez, Johan Santana, Miguel Cabrera, Bob Abreu, Aníbal Sánchez, Francisco Rodríguez y Omar Vizquel, entre muchos otros.
Alejandro Carrasquel nació el 24 de junio de 1912 en la populosa barriada de Sarría, muy cerca del centro de Caracas. Su madre fue Emilia María Aparicio de Carrasquel y su padre Alejo Carrasquel, de origen español. Según cuenta la señora Emilia Carrasquel, sobrina del “Patón”, fue el segundo de siete hermanos: dos varones (Rafael y Manuel) y cuatro hembras (María Lourdes, Julia, Lola y Ana). El mayor es Rafael. Desde pequeño tuvo cualidades para el beisbol y a los 18 años jugó con el Royal Criollos, club con el que se inició como tercera base (después pasó a ser lanzador) y donde se mantuvo desde 1930 a 1935.
En 1936 participó con la selección venezolana en un torneo jugado en Colombia, donde el equipo terminó invicto con balance de 11 triunfos y un empate. En 1938 quedó como Jugador Más Valioso del beisbol cubano, con marca de 14-5.
El pionero
La labor de Carrasquel desde el montículo despertó interés en scouts de las Grandes Ligas. Así fue como Joe Cambria conoció sus dotes y fue presentado ante el dueño de los Senadores, Calvin Griffith, y el manager de la divisa, Bucky Harris, quienes lo contrataron y lo pusieron a jugar, sin siquiera tener alguna apertura en las ligas menores.
El estreno fue en el Griffith Stadium de Washington DC contra los Yanquis de Nueva York. Carrasquel fue llamado a la lomita en el cuarto capítulo para relevar a Ken Chase, quien había dejado las bases llenas y sin outs. Primero obligó al estelar Joe DiMaggio a batear con rolling a sus manos para sacar el out uno. Luego ponchó a Lou Gehrig y eliminó a Bill Dickey con elevado a la segunda base para terminar la amenaza. Años más tarde, estos tres rivales entraron al Salón de la Fama.
En ese encuentro su trabajo fue de cinco entradas y un tercio, permitió cinco hits y una carrera. En su primera campaña culminó con récord de 5-9 y 4.69 de efectividad en 40 juegos, de los cuales 17 fueron como abridor. En total jugó ocho zafras en las mayores: siete con Washington (1939-1945) y otra con los Medias Blancas de Chicago (1949). Fue el primer lanzador venezolano en lanzar un blanqueo en las Grandes Ligas y también el primer pelotero en conectar un hit y un jonrón. Además fue el primer pitcher que sumó 50 triunfos.
En 1971 fue exaltado al Salón de la Fama del deporte venezolano y el 3 de julio de 2003 al Salón de la Fama del Beisbol Venezolano. En el Museo del Beisbol de México también tiene un lugar y de igual forma fue exaltado por Fidel Castro al Salón de la Fama de Cuba. Su familia se enteró “a través de una columna en la prensa nacional”, apostilló su sobrina.
Albañil y peón
El “Patón” fue un hombre como todos: con fortalezas y debilidades. La señora Emilia lo recuerda como “un caballero de carácter fuerte y de voz gruesa, pero muy noble y apegado a su familia”. Como hobbies tenía jugar cartas y dominó, tanto así que cuando iba a alguna fiesta todos sus compañeros dejaban a sus parejas para disfrutar con él.
“También era tremendo albañil, le gustaba la mecánica y la cocina. Le fascinaba comer moros y cristianos (como le dicen los cubanos a las caraotas negras con arroz)”, comentó orgullosa su sobrina. Una de las anécdotas que recuerda
de Carrasquel tiene que ver con un serio altercado que protagonizó con el periodista Eduardo Moncada, quien era gerente deportivo del Pampero, equipo del que fue manager.
“El equipo tuvo un inicio flojo. Lo llamaron de la oficina para cesantearlo y el señor Moncada no le quería pagar un dinero, aduciendo que ya se lo había cancelado. Alejandro le decía que estaba equivocado, pero Moncada le respondió: ‘lo que pasa es que ustedes los peloteros son unos mentirosos’. Mi tío se sintió ofendido y le dio un puñetazo en la boca que le fracturó la quijada”, relató la señora Emilia.
El “Patón” vivió sus últimos años en Venezuela. La muerte de su esposa lo afectó demasiado, hasta que el 19 de agosto de 1972 falleció en el Hospital Vargas, “presuntamente por cirrosis hepática, pero no era tomador”, contó la señora Emilia.
Lo pasaron por bolas
La señora Emilia expresó en nombre de la familia Carrasquel que se sienten dolidos porque al estadio Alejandro Carrasquel, de la ciudad de El Tigre, le fue cambiado el nombre años atrás por el de Enzo Her nández. “Eso duele. No sabemos la razón, pero se lo quitaron para colocarle el de otro brillante beisbolista. Por qué borrar el nombre de una persona que fue a Estados Unidos sin saber inglés, con escasos conocimientos culturales y luchó para dejar en alto el nombre de Venezuela. En Oklahoma, por ejemplo, no sabían dónde quedaba nuestro país”.

No hay comentarios:

Publicar un comentario