SCOTTSDALE, Arizona -- Los Gigantes tendrán más juventud en los jardines en el 2019. Los cinco patrulleros del equipo que están en el roster de 40 tienen una estadía promedio de 58 juegos en las Grandes Ligas, y ninguno de ellos ha disputado más de 120.
Si comparan ese pedigrí con el de Gerardo Parra, el venezolano de 31 años invitado a los entrenamientos con 1,347 encuentros de por vida en las Mayores, es fácil entender por qué los Gigantes están deseosos de sumar al veterano a su grupo de guardabosques.
Pero de acuerdo con las palabras del propio Parra, el veterano se siente más joven que nunca su primera temporada en la Liga del Cactus como jugador invitado.
“Me siento muy bien”, dijo Parra recientemente. “Estoy trabajando duro todos los días. Llego temprano y trabajo duro. Me siento como de 16 años, porque me preparo y cuido mi cuerpo”.
La ética de trabajo de Parra le está brindando la oportunidad de ganarse un lugar en el roster de los Gigantes en el Día Inaugural. El bateador zurdo, que ha ganado un par de Guantes de Oro y batea .287 de por vida, ha tenido una buena primavera.
“Parra sabe batear”, sentenció el manager Bruce Bochy. “Está donde tiene que estar en estos momentos, a dos semanas de que inicia la temporada”.
Los Gigantes han sido claros en que están preparados, si así lo creen necesario, para hacer un cambio para mejorar sus jardines y quizás sumar a un bateador derecho para complementar un lineup profundo en zurdos.
El otro patrullero veterano en el campamento como jugador invitado fuera de roster es Cameron Maybin, quien ha tenido problemas con su nuevo swing.
Aunque se siente cómodo y con confianza en que todo saldrá bien, Parra no da nada por hecho en estos entrenamientos, usando el mismo plan de ataque de todos los años--más allá de su contracto o estatus en el roster.
“Esta es la primera vez para mí (como jugador fuera del roster invitado), pero como siempre digo cuando llego al _Spring Training_, me mentalizo como si fuera mi primera vez en las Grandes Ligas”, explicó Parra. “Hago todo al máximo. No pienso en si estoy o no estoy en el roster. Sólo quiero jugar pelota y ser feliz jugando pelota, trabajando duro, y eso es todo”.
Parra ha jugado cinco temporadas y media con los D-backs, parte de dos campañas en Milwaukee, un año con los Orioles y tres con los Rockies. Ha ido dos veces al Clásico Mundial de Béisbol, a dos Juegos de Comodines seguidos con los Rockies, y a la Serie Divisional del 2011 y del 2018 con D-backs y Colorado, respectivamente. La posibilidad de jugar en octubre en San Francisco bajo el mando de un dirigente destinado a terminar en el Salón de la Fama lo llevó aceptar la invitación de los Gigantes a los entrenamientos.
“Quería jugar para Bochy”, dijo Parra acerca de lo que más lo atrajo del club. “Es un gran manager. Tremenda persona. Este equipo ha ganado mucho y ésa es mi meta: Tratar de ayudarnos a ganar este año”.
Habiendo pasado la mayor parte de su carrera en la División Oeste de la Liga Nacional, Parra conoce bien el Oracle Park de San Francisco. De por vida, batea .310/.350/.399 en 63 juegos dentro de la casa de los Gigantes, y ese promedio de .310 es el tercero mejor entre los bateadores rivales con al menos 200 visitas al plato en la historia, sólo por detrás de Paul Goldschmidt y Andre Ethier.
La familiaridad con la división, además de la camaradería con algunos viejos amigos dentro del clubhouse, hacen que Parra se sienta en casa en los Gigantes.
“Siento como si fuera familia aquí y estoy contento por eso”, dijo Parra. “No creo que este equipo necesite nada. Es un gran equipo. Sólo hay que jugar duro todos los días y ver qué pasa”.
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