viernes, 14 de agosto de 2020

La peor huelga en la historia del beisbol


Por Joaquín Villamizar
Historias del diamante

Hoy vamos a hablar acerca de algunos tips de beisbol de las Grandes Ligas entre 1990 y 1994.

La Liga Nacional aceptó dos nuevas franquicias, Florida y Colorado, las cuales funcionarían a partir de 1993, según dieron a conocer el 14 de junio de 1990. Elevaban sus equipos de 12 a 14, equiparándose con la Liga Americana.

Pete Rose se reportó al campo de Marion, Illinois, para cumplir los 5 meses de trabajo comunitario por evasión de impuestos.

Después de servir como casa de los Medias Blancas durante 80 temporadas, el Comiskey Park dejó de serlo, fue sentenciado a muerte. El último juego allí fue el 30 de septiembre de 1990, una victoria de los patiblancos sobre los Marineros, 2-1. Otro estadio, el US Cellular Field, estaba listo para ser inaugurado al comenzar la campaña de 1991.

El 18 de abril de 1991 la inauguración del US Cellular Field de Chicago culminó con una escandalosa victoria de los visitantes, Tigres de Detroit, que vencieron a los Medias Blancas 16-0 ante 42.191 aficionados.

El 1° de mayo de 1991, Rickey Henderson se convirtió en el líder en robos de bases de todos los tiempos. Superó la marca de Lou Brock con su robo 939, rumbo al actual récord de 1.406 que dejó en el 2003, año que se retiró. Ese mismo día, Nolan Ryan, alcanzó su séptimo juego sin hits. Es el récord. De los 27 outs, 16 fueron por ponches. La pizarra final, 3-0.

El 28 de julio de 1991, el nicaragüense Dennis Martinez, de los Expos, retiró a 27 Dodgers consecutivos en los Ángeles, para ganarles 2-0. Se trató del décimo tercer juego perfecto en Grandes Ligas, incluido el de Don Larsen con los Yanquis en la Serie Mundial de 1956, frente a los Dodgers. Después se han lanzado 10 más: David Wells (Yanquis) frente a los Mellizos en 1998, David Cone (Yanquis) frente a los Expos en 1999, Randy Johnson (Diamondbacks) en Atlanta en 2004, Mark Burhle (Medias Blancas) frente a Tampa Bay en 2009, Dallas Braden (Oakland) frente a Tampa Bay en 2010, Roy Halladay (Filadelfia) frente a los Marlins en 2010, Phillip Hunter (Medias Blancas) frente a Seattle en 2012, Matt Cain (Gigantes) frente a Houston en 2012, y el último, nuestro Félix Hernández (Seattle) frente a Tampa Bay en 2012.

Dennis Martínez, para el momento de su retiro, era el lanzador latino con más victorias en las Grandes Ligas, con récord de 245-193, más 3.70 de efectividad. En 2018, Bartolo Colón lo sobrepasó en victorias.

El cerrador Lee Smith terminó su temporada el 2 de octubre de 1991 con récord de 47 salvados. Este año, también alcanzó Lee el número 300 de su carrera. Cuando se retiró, después de la campaña de 1997, había salvado 478, récord de todos los tiempos en su momento, y para llegar a ese número necesitó 581 oportunidades. Sólo lo sobrepasan Trevor Hoffman con 601 y Mariano Rivera con 652.

En 1992, los Gigantes amenazaron con mudarse de San Francisco a St. Petersburg, Florida, vía venta del equipo por el propietario Bob Lurie por 115 millones de dólares. Pero el resto de los propietarios de equipos de la Liga Nacional negó el movimiento con votación de 9-4. Siempre se ha sospechado que fue una maniobra bien orquestada con el comisionado Bud Selig, implicado en el asunto, para presionar a fin que construyeran un nuevo estadio en San Francisco, como de hecho pasó, el entonces llamado SBC Park, inaugurado el 11 de abril del 2000. Lurie anunció después, el 12 de enero de 1993, muy tímidamente que sí vendió su equipo, pero por 105 millones, a un grupo de San Francisco encabezado por Peter Magowan (gerente principal de la red de supermercados, Safeway), ya fallecido.

El 22 de marzo de 1993, durante los entrenamientos, tres peloteros de los Indios de Cleveland que viajaban en un bote a motor fuera de borda sobre aguas de un lago cerca de Orlando, Florida, cuando debían pasar por debajo de un puente, no bajaron las cabezas lo suficiente para evitar el golpe. Dos de ellos, Steve Olin y Tim Crews, murieron en el acto. Bob Ojeda sufrió grandes lesiones, de las cuales se recuperó totalmente.

Anthony Young, pitcher abridor de los Mets, logró victoria de 5-4 sobre Florida el 28 de julio de 1993. Hubiera sido un juego ganado más, pero resultó histórico, porque sirvió para cortar la racha de derrotas consecutivas de Young en 27, lo que es el récord de todos los tiempos.

El 9 de septiembre de 1993 fue aprobado que las dos Ligas jugaran ahora con 6 divisiones en vez de 4, con playoffs divisionales y series de campeonato por el título de cada liga antes de la Serie Mundial.

El 12 de agosto de 1994 estalló la madre de todas las huelgas de las Grandes Ligas, la herida más grande inferida al beisbol en su historia. Duró 234 días. Aquí la historia: ese 12 de agosto, fue un mal día para el caso ya que la mitad de los equipos habían viajado a las ciudades donde tenían que inaugurar esa noche las series de fin de semana. Esta huelga la activa, Don Fehr, líder de la Mayor League Players Association (MLBPA), representando a los jugadores, y lo que él deseaba era paralizar al beisbol, pensando que eso lo igualaría con su antecesor, Marvin Miller, que tantos beneficios económicos logró para los peloteros. Sin embargo, todo el ambiente del beisbol quería que la huelga fuera evitada.


Don Fehr, suponía que los empresarios no iban a resistir porque comenzaban las semanas finales de la campaña, cuando sube la venta de boletos y está cerca la postemporada, época de grandes ingresos, especialmente por los derechos de televisión. Lo cierto, es que la temporada de 1994 se jugaba sin contrato porque este había expirado el 31 de diciembre de 1993. Y a Ferh le interesaba más el estallido de la huelga que la firma del nuevo arreglo. Como líder de los bigleaguers, Fehr no tenía nada notable sobre sus hombros o entre sus logros, y sus honorarios eran de 1 millón de dólares por año, lo que aconsejaba algún escándalo justificador.

Sobre Fehr, pesaba mucho la historia de Marvin Miller, quien había transformado la vida de los bigleaguers, convirtiéndolos en multimillonarios. Pero los propietarios de equipos, se habían preparado. El 7 de julio de 1992 despidieron al Comisionado Fay Vincent y por primera vez en la historia, nombraron a uno de ellos, el propietario de los Cerveceros, Bud Selig. Así se garantizaban el control de la situación. El tope salarial que pedían los dueños era el quid de la situación. Ellos habían propuesto una inversión total entre todos los equipos de 1.000 millones en salarios anuales para los peloteros. Fehr se opuso a cualquier límite. Las discusiones daban la impresión a los reporteros que nadie tenía interés de llegar a un acuerdo. Luego de 34 días del estallido de la huelga, el 14 de septiembre de 1994, los dueños anunciaron que daban por terminada la campaña. Por primera vez, desde 1904, no hubo Serie Mundial.

La verdad, los dos grupos de multimillonarios, dueños y bigleaguers, se combinaron para dejar a quienes los hacen ricos, a los fanáticos, sin beisbol ese año. Después de la temporada, siguieron sin acuerdo y los entrenamientos de 1995, comenzaron con peloteros rompe-huelga. Y, todo hubiese seguido igual de no haber surgido el 31 de marzo de 1995 la orden de una Corte para que se terminara la huelga. Se comenzó el 25 de abril de 1995, por fín, se escuchó la voz de playball con los reales bigleaguers, después de 234 días de huelga. El calendario se redujo a 144 juegos en vez de los 162 de costumbre. Esta huelga, la octava en Grandes Ligas desde 1872, ha sido la más larga, no sólo del beisbol, sino de todo el deporte profesional. Duró 234 días y 921 juegos. Las pérdidas fueron de mil millones de dólares. Es historia, amigos.

Joaquín Villamizar

Fuentes: Bill Felber, 125 Years of Professional Baseball. Cinco mil años de Beisbol, por Juan Vené.

Revisa aquí el archivo de columnas de Joaquín Villamizar.

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