PARA NOV. SAB. 21, 2020…
JUAN VENÉ EN LA PELOTA…
Coral Gables, Florida (VIP-WIRE).
“Cinco cosas qué hacer para jugar al beisbol…: Contacto al bate, batear con poder, correr, atajar y tirar (y si eres pitcher, mayoría de strikes)”… Leo Durocher.-
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Luis Manuel Hernández, 19 años, pitcher con repertorio de calidad profesional, bateador permenente sobre 300, segunda base notable, corredor insigne. Tres scouts le ofrecieron firmarlo para ponerlo vía Grandes Ligas, y no aceptó. Prefirió seguir estudiando economía.
¿Cómo fue posible, cuando a un prospecto de tal calidad le deben haber ofrecido no menos de un millón 200 mil dólares solo por la firma?
Muy sencillo…: Eso ocurrió hace más de 60 años, y lo que le ofrecieron a Luis M. fueron 50 mil dólares, vía el scout Alex Pompez, de los Gigantes.
“Eso era un dineral” le oí decir, “pero le había prometido a papá que me graduaría de economista. Y hablé con Luis Aparicio, quien me aconsejó que siguiera mis estudios, porque además de las condiciones, había que tener buena suerte y soportar el duro régimen tipo militar, que imponen en el beisbol profesional de Estados Unidos”.
Luis Manuel vive ahora aquí, en El Doral. A los 83 de edad, se dice muy feliz, después de 58 años de graduado, durante los cuales ha sido famoso por su calidad profesional. Está casado con Beatriz desde 1963, y disfruta de sus hijos, Luis Manuel, Juancho y Nany, más diez nietos y un bisnieto, igual que disfruta intensamente los recuerdos de su equipo, Universidad Central de Venezuela.
Era uno de los equipos del beisbol doble A aficionado de Venezuela en las décadas de 1950 y 1960. Los rósters de esta categoría podían ganar y perder con los profesionales. Así de buena era esa pelota.
La memoria de Luis Manuel lo lleva a aquellos días gloriosos de duro beisbol.
“Obdulio Pedrique era nuestro mánager y el coach, Salvador Vargas (Varguitas). El catcher era Felipe Hurtado, chofer del autobús de la Universidad; primera base, Carlos Urriola, quien se graduó de sociólogo, yo comenzaba en segunda base y muchas veces relevaba al pitcher abridor; Aureliano Mejías, tercera base, graduado de administrador; el shortstop era Domingo Martín Fumero (Fumerito) quien se graduó de dermatólogo y también se negó a aceptar ofertas de los scouts; el left fielder era Antonio Lunar, graduado de administrador; Miguel Girón jugaba en el center field, se graduó de entrenador deportivo, igual que el righ fielder, Arévalo Suárez; el zurdo Alfredo Torcatt, era nuestro pitcher abridor de confianza, y terminó siendo abogado”.
Luis Manuel Hernández, un viejito juvenil, vive pendiente del beisbol, tanto de Grandes Ligas como el de México y El Caribe, y saboreando el amor de toda la familia.
ATENCIÓN.- El archivo de estas columna en google si entras por “el deporte vuelve a unirnos”.
Gracias a la vida que me ha dado tanto, incluso un lector como tú.
@juanvene5
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