Will Leitch/MLB.com
El primer turno en la carrera del puertorriqueño Yadier Molina fue el 3 de junio del 2004. Estaba como séptimo en el orden al bate, entre el dominicano Héctor luna y So Taguchi, como parte del mejor equipo de los Cardenales de mi generación, y en ese primer turno falló con un elevado al segunda base ante el zurdo mexicano Oliver Pérez; uno de tres jugadores de ese juego que siguen activos en las Mayores (El quisqueyano Albert Pujols es el otro). Utilizaba el 41 en su camiseta y era el sustituto de Mike Matheny, actual manager de los Reales de Kansas City.
Desde entonces, ha cambiado su número --nadie más volverá a utilizar el 4 en San Luis, además de los miles de aficionados en el parque—ha sido convocado a nueve Juegos de Estrellas y ha ganado dos Series Mundiales. (Ha disputado 101 juegos de postemporada; la sexta mayor cantidad en la historia). Y se ha convertido en el líder emocional y espiritual de la organización de los Cardenales, incluso siendo más importante y amado en la organización de lo que una vez lo fue Pujols, antes de partir tras la temporada del 2011. Los Cardenales son Yadi.
Ahora está la posibilidad de que salga del equipo. El oriundo de Bayamón es agente libre por primera vez en su carrera, y se ha reportado que tiene varios pretendientes, incluyendo a los Yankees y Mets. Es difícil imaginar a Molina con un uniforme que no sea el de San Luis, pero es algo que pudiera pasar.
¿Se irá Yadi? ¿Se quedará? Aquí tres razones para cada posibilidad.
MOTIVOS POR LOS QUE SE IRÍA
1. Los Cardenales parecen querer cortar la nómina
La mayor evidencia fue cuando los Cardenales rechazaron la opción de US$12 millones del último año de contrato del ganador del Guante de Oro, Kolten Wong. Los Cardenales parece depender más que nadie del público en las gradas, y están actuando acorde a ello. No esperen ver al equipo haciendo una inversión importante. Molina firmó por tres temporadas y US$60 millones en el 2018, y aunque no se espera que acuerde esta vez por un monto similar, ciertamente buscará un pacto que cumpla con lo que cree que vale. Si los Cardenales rechazaron pagarle a Wong; el segundo mejor jugador de San Luis en cuanto a WAR (Victorias por Encima del Reemplazo, por sus siglas en inglés), ¿por qué invertirían tanto en un receptor de 38 años?
2. Los Cardenales tienen a un receptor joven listo
Los Cardenales cambiaron a Carson Kelly, quien estuvo estancado detrás de Molina toda su carrera, y su futuro luce prometedor, incluso aunque su 2020 no haya estado a la altura del 2019. El club no quiere que vuelva a pasar algo similar con Andrew Knizner, un ex prospecto del top 100 que cumplirá 26 años en febrero, pero que no ha disputado más de 18 juegos en una temporada. Knizner ha impresionado al equipo con su evolución detrás del plato y obviamente con el bate. Si Molina quiere un pacto de dos años, como se ha reportado, le estarían pidiendo a Knizner esperar hasta que tenga 28. Cuando Molina tenía esa edad, ya había ganado dos Series Mundiales.
3. Molina simplemente no es el jugador de antes, y los Cardenales necesitan reforzar la receptoría
Molina fue clave para San Luis en el 2020, con batazos cruciales, y dio la cara mucho más en la postemporada del 2019. Está claro que los Cardenales no hubieran superado a los Bravos en esa SDLN sin el boricua.
Pero los números no mienten. El porcentaje de embasarse de Molina ha descendido bastante -- fue .306 en el 2020, y fue el peor desde que era un bateador de contacto durante los primeros años de su carrera -- y prácticamente ha dejado de negociar pasaportes -- consiguió seis este año.
Según OPS+, solamente ha sido un jugador promedio dos veces desde el 2014, recientemente en el 2018, e incluso en dicho año estuvo un poco por encima del promedio (103). Y aunque es lamentable decirlo, su defensa también ha decaído; su índice de passed balls esta temporada fue el peor de su carrera, y aunque su porcentaje de corredores sorprendidos en robo aumentó en el 2020, los corredores tuvieron el mayor índice de intentos de robo en una década, lo que significa que ya no le temen a su brazo como antes.
Molina es un increíble receptor a sus 38 años. Sin embargo, es un pelotero de 38 años.
MOTIVOS POR LOS QUE SE QUEDARÍA
1. El equipo perdería gran parte de su corazón
Paul Goldschmidt fue el mejor jugador de posición en San Luis en el 2020, y Jack Flaherty tiene el mayor potencial que cualquiera en el roster. Pero Goldschmidt apenas ha estado en el equipo por dos campañas, y Flaherty dio un paso atrás esta temporada. Tras la partida de Pujols, Molina tomó el rol de líder en el club y nunca lo soltó; él es el alma y corazón del equipo.
Como se notó en la serie contra los Padres, los Cardenales no son un equipo de grandes personalidades, y no hay obvias figuras populares entre la afición. El perder a Yadier Molina los dejaría en limbo. ¿Qué clase de equipo son los Cardenales sin Molina?
2. El darle a Knizner el puesto de titular es un riesgo
Knizner se ha ganado la oportunidad, pero no ha brillado con el bate en las Mayores (OPS de .642 en 75 turnos). Y Molina claramente cuenta con la confianza del grupo de lanzadores. Los Cardenales deberán tomar otras grandes decisiones tras dejar ir a Wong. San Luis deberá estar seguro al momento de decidir si Knizner es un mejor titular que Molina.
3. ¿Les gustará la idea de que Molina termine su carrera vistiendo otro uniforme?
Molina junto a su compañero de batería Adam Wainwright, quien también es un agente libre esta temporada muerta, es de las pocas superestrellas que han jugado toda su carrera con un equipo. ¿Estarán los Cardenales dispuestos a perder eso en los últimos años de su carrera? ¿Estaremos listos para despedir a Molina vistiendo el uniforme digamos…de los Mets?
Es incierto si San Luis tendrá éxito en el 2021, y desde el punto de vista histórico, solamente será un año de celebración. Pero si Molina termina su carrera en otro equipo, siempre se sentirá extraño y nunca quedará en el pasado.
Los Cardenales tienen la oportunidad de tener una superestrella en un solo equipo, lo que casi nunca ocurre. Es difícil imaginarse que han llegado tan lejos para no escribir el último capítulo.
Will Leitch es columnista de MLB.com.
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