Por Ignacio Serrano
Se suponía que Albert Pujols estaba al borde del retiro. Se suponía que esta sería su última temporada en la MLB.
No era solo una presunción de la prensa, debido a los 41 años de edad del slugger y el descenso de su ofensiva. La misma esposa de Pujols, Deidre, se adelantó a la noticia el día en que su marido se reportó al Spring Training, con Los Ángeles de Los Ángeles.
Hasta la gerencia de Anaheim concedió que el final estaba cerca. Lo hizo al dejar en libertad al histórico toletero, tras informarle que no tenía cabida ya en la alineación titular.
Se suponía que el astro dominicano estaba parado ante la puerta de salida y, sin embargo, hoy le vemos como protagonista en las Grandes Ligas, una vez más.
Pujols comenzó esta semana con un convincente desempeño a favor de los Dodgers de Los Ángeles. Desde que estrenó uniforme largó 5 cuadrangulares y este lunes mostraba un sólido OPS de .888 que supera sus mejores tiempos con los querubines.
La muestra ciertamente es muy pequeña, pero resulta significativa. Porque Pujols nunca consiguió un OPS semejante al que exhibía al empezar esta semana con los esquivadores, desde que dejó su casa inicial, los Cardenales de San Luis.
Es cierto que el toletero derecho nunca fue el paleador que atemorizó a los pitchers de la Liga Nacional cuando cambió de circuito, en 2012. Con los pájaros rojos dejó un OPS de 1.037 y fue un bateador 70 por ciento superior a la media de sus colegas en el tiempo en que jugó para Tony La Russa, a partir de 2001 y hasta su adiós de la ciudad.
Su mejor torneo con los serafines, en cambio, lo consiguió en 2012 y fue de sólo .859 puntos. Y eso fue en su primera zafra con la organización californiana, que le dejó ir hace semanas, al considerarle poco más que un pelotero suplente para este momento de su carrera.
Pujols, repentinamente, ha vuelto a ser una respuesta para los suyos, en lugar de la mera interrogación que últimamente fue.
Aunque se ha embasado poco y tenía sólo .268 de averaje y .317 de OBP este lunes, ha vuelto a ser una fuerza capaz de sumar extrabases, al punto de lucir un vigoroso slugging de .571 gracias a que, además de sus cinco vuelacercas, había conseguido tres tubeyes también.
Las casi improbables metas que Pujols se había trazado vuelven a lucir posibles, para sorpresa general. Son 28 vuelacercas los que necesita para llegar a la mítica cifra de 700. Y un poco antes le espera Álex Rodríguez, con 696. Entretanto, sigue sumando carreras empujadas, anotadas y hits.
Se suponía que Pujols ya no tenía cabida en equipos de la Liga Nacional. Se esperaba que alguien en la Americana le diera el chance como designado, para iniciar su tour de despedida y nada más.
Sí, se suponía que el tiempo del quisqueyano se había acabado y que no quedaba pólvora en su fusil. Pero ahí está de nuevo, empeñado en dar tablazos y muy cerca de completar uno de los recorridos más notables de pelotero alguno en la MLB.
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Publicada en El Planeta de Boston y El Tiempo Latino de Washington, el martes 15 de junio de 2021. Aquí la nota original.
Ignacio Serrano
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