Will Leitch/MLB.com
Los nombres están ordenados de manera alfabética, según el apellido. Es béisbol se vio afectado por sus ausencias.
Hank Aaron (1934): Uno de los mejores y más importantes jugadores en la historia del béisbol. Es imposible resumir toda su carrera y vida en un párrafo. Firmó con los Clowns de Indianápolis en las Ligas Negras cuando tenía 18 años, antes de debutar con los Bravos de Milwaukee un par de meses después de celebrar su cumpleaños número 20. Luego, se convirtió en uno de los cinco mejores jugadores del deporte durante, bueno, 22 años más. Por mucho tiempo fue el líder histórico en cuadrangulares, con 755. Pero Aaron fue mucho más que un cañonero, al terminar con un promedio de bateo de .305 y mantenerse como el líder de por vida en empujadas y total de bases alcanzadas (además, se robó 240 bases). Además, fue un líder en la lucha por los derechos civiles fuera del terreno. Una de las últimas cosas que hizo en su vida fue incentivar a todos a ponerse la vacuna en contra del COVID-19. No habrá otro Hank Aaron. Nadie ha estado ni cerca de serlo.
Joe Altobelli (1932): Un histórico en las ligas menores, al disputar casi 1,900 encuentros a lo largo de 18 temporadas. Sin embargo, se hizo un nombre como manager, recordado principalmente por llevar a los Orioles de Baltimore a ganar la Serie Mundial de 1983. Hay una estatua de él en Rochester, Minnesota, donde fue jugador, coach, dirigente y narrador con los Red Wings.
Mike Bell (1974): Bell fue parte de una familia de béisbol: Gus fue su abuelo, Buddy su padre y David su hermano. Fue seleccionado por los Rangers en el Draft amateur de 1993 y trabajó en las oficinas de los D-backs antes de ser coach de la banca de los Mellizos en el 2020 y enfermarse en julio de ese año. Se le diagnosticaron tumores cancerígenos en su riñón en enero y en marzo falleció a sus 46 años.
Bobby Brown (1924): Conocido como el “fenómeno rubio” durante su época como jugador con los Yankees, Brown fue una persona completa. Obtuvo un diploma médico durante sus años con los Bombarderos (en los que ganó cuatro Series Mundiales) y ejerció como cardiólogo luego de su retiro del béisbol. También vio combate en dos guerras. Luego, estuvo en las oficinas de los Rangers y fue presidente de la Liga Americana durante una década.
Rhéal Cormier (1967): Cormier es parte del Salón de la Fama del Béisbol de Canadá, luego de lanzar durante 16 temporadas en las Mayores. Como miembro de los Filis, fue el último lanzador en ganar un partido en el Veterans Stadium y el primero en hacerlo en el nuevo Citizens Bank Park. Representó a su país en los Juegos Olímpicos de Beijing en el 2008.
Joe Cunningham (1931): Fue convocado dos veces al Juego de Estrellas – aunque ambas fueron en la misma temporada, 1959 – y jugó durante 12 años en las Mayores, mayormente con los Cardenales. Cuando se retiró, se mantuvo en San Luis como coach de los campeones de la Serie Mundial de 1982. Hay una sección en el Busch Stadium llamada la “Esquina Cunningham”.
Ray Fosse (1947): Ganó dos Guantes de Oro, fue convocado a dos Juegos de Estrellas con Cleveland y ganó dos Series Mundiales con Oakland. Fue el receptor del sin hit ni carrera de Dennis Eckersley y luego fue parte del equipo de transmisiones de los Atléticos durante casi 40 años.
Bill Freehan (1941): Fue convocado a 11 Juegos de Estrellas con su equipo de siempre, los Tigres de Detroit (incluso llegó a jugar fútbol americano universitario con Michigan).
Jim “Mudcat" Grant (1935): Ganó dos juegos de la Serie Mundial de 1965 por los Mellizos y conectó un jonrón de tres carreras (desafortunadamente para él, los Dodgers ganaron el título gracias en buena parte a Sandy Koufax). Escribió un libro llamado “Los Ases Negros”, enfocándose en 12 lanzadores afroamericanos que ganaron 20 juegos en una temporada (tres – CC Sabathia, Dontrelle Willis y David Price – han sido añadidos desde la publicación del libro).
Roland Hemond (1929): Fue director de scouts y ejecutivo por varios años. Fue gerente general de los Medias Blancas entre 1970 y 1985 (contrató a Tony La Russa) y de los Orioles entre 1988 y 1995. Además, fue quien tuvo la idea de la Liga Otoñal de Arizona.
LaMarr Hoyt (1955): Los Yankees cambiaron a Hoyt a los Medias Blancas por Bucky Dent. Comenzó como relevista hasta que hizo la transición a abridor y ganó el Premio Cy Young de 1983. Fue el JMV del Juego de Estrellas de 1985 cuando estaba con los Padres.
Doug Jones (1957): Jones se convirtió en miembro del club de los 300 salvamentos tirando pitcheos lentos. Fue convocado a cinco Juegos de Estrellas.
Tommy Lasorda (1927): Uno de los personajes más pintorescos del béisbol durante sus 40 años con la organización de los Dodgers. Pasó de lanzar tres wild pitches a dirigir el equipo durante 21 años, ganando dos Series Mundiales en el proceso. Su último juego fue interrumpido porque le dio un paro cardíaco; manejó él mismo al hospital (ganaron los Dodgers). Volvió para ganar la medalla de oro como piloto del equipo de los Estados Unidos en el 2000.
Julio Lugo (1975): El campocorto dominicano jugó con siete equipos y ganó la Serie Mundial con los Medias Rojas en el 2007. Lugo falleció repentinamente por un paro cardíaco a sus 45 años.
Mike Marshall (1943): Fue el primer relevista en ganar un Cy Young, en una temporada en la que participó en 106 compromisos. (Incluyendo 13 seguidos. Ambos números siguen siendo récords). Jugó con nueve equipos en su carrera.
Jerry Remy (1952): Fue convocado al Juego de Estrellas en 1978, pero siempre será recordado por ser la voz de los Medias Rojas, transmitiendo juegos para la cadena NESN por más de 30 años. Lanzó el primer pitcheo del Juego del Comodín de este año y luego falleció producto de un cáncer de pulmón tres semanas después.
J.R. Richard (1950): En el tope de su carrera, a finales de la década de los 70, se decía que Richard lanzaba la pelota más rápido que nadie en el mundo. Ponchó a 313 rivales en 1979 – durante una época en la que había muchos menos ponches que ahora. Johnny Bench dijo que era el lanzador más difícil que había enfrentado. Sufrió un accidente cerebrovascular mientras calentaba antes de un juego y no volvió a lanzar en las Mayores.
Art Stewart (1927): Fue director de scouting por los Reales de Kansas City por un buen tiempo. Fue quien trajo al puertorriqueño Carlos Beltrán, Johnny Damon y Bo Jackson.
Don Sutton (1945): Fue novato en una rotación que contaba con Sandy Koufax y Don Drysdale. Fue una estrella con los Dodgers por más de una década, siendo convocado a cuatro Juegos de Estrellas y siendo JMV del Clásico de Media Temporada de 1977. Tuvo una carrera de más de 20 años y lanzó en las Series Mundiales de 1974, 1977, 1978 y 1982, aunque su equipo no ganó ninguna de ellas. Fue exaltado al Salón de la Fama en 1998, siendo el único en ingresar ese año. También tuvo una larga carrera en el equipo de transmisión de los Bravos.
Otros notables:
Ruly Carpenter (1940): Ex dueño de los Filis.
Del Crandall (1930): Último jugador que quedaba con vida que jugó con los Bravos de Boston.
Pedro Feliciano (1976): El puertorriqueño fue relevista con los Mets.
Paul Foytack (1930): Participó en 312 partidos como lanzador de los Tigres y Angelinos.
Johnny Groth (1926): Fue una promesa de los Tigres que fue llamado “el próximo DiMaggio” en su momento.
Grant Jackson (1942): Veterano de 18 años que ganó el Juego 7 de la Serie Mundial de 1979.
Lew Krausse Jr. (1943): Abrió el primer juego en la historia de los Cerveceros de Milwaukee.
Billy Moran (1933): Convocado a dos Juegos de Estrellas con los Angelinos.
Juan Pizarro (1937): Es parte del Salón de la Fama de los Deportes de Puerto Rico, luego de jugar 18 años en las Mayores.
Ken Reitz (1951): Ganador del Guante de Oro de la tercera base con los Cardenales.
Eddie Robinson (1920): Fue el último jugador que quedaba con vida que ganó la Serie Mundial con Cleveland y vio combate en la Segunda Guerra Mundial.
Richie Scheinblum (1942): Convocado al Juego de las Estrellas con los Reales.
Rennie Stennett (1949): En una ocasión conectó siete hits en un juego. El panameño ganó la Serie Mundial en 1979.
Bill Virdon (1931): Fue manager de cuatro equipos y ganó 995 juegos de por vida como piloto.
Stan Williams (1936): Ganó dos Series Mundiales y fue convocado a dos Juegos de Estrellas.
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