FORT MYERS, Florida -- Fue hace un año cuando los Medias Rojas finalmente decidieron su futuro detrás del plato al firmar al puertorriqueño Christian Vázquez a una extensión de tres años y US$13.55 millones.
Hace cuatro meses, Vázquez atrapó ese venenoso slider de Chris Sale en el Dodger Stadium y saltó a los brazos del espigado zurdo para celebrar la conquista de la Serie Mundial.
Pero entre esos dos momentos, Vázquez perdió el control de la titularidad. La primera razón fue que bateó mucho menos de lo que se esperaba (.207/.257/.283). La segunda es que por momentos, el boricua parecía perder la concentración detrás del plato, especialmente pidiendo los juegos. Y luego estuvo la fractura del dedo meñique derecho que lo obligó a perderse casi dos meses durante el verano.
Entonces, Vázquez pasará la primavera tratando de quedarse con la posición de una vez por todas.
Y éste pareciera ser el año en el que finalmente lo logrará.
“Puedo hacerlo”, dijo Vázquez, de 28 años. “Por supuesto. Esa es mi meta. Una de las metas de mi carrera es ser catcher en más de 120 juegos en una temporada. Tengo muchísimas ganas de lograrlo”.
Vázquez demostró lo mucho que quiere ese honor, dedicándose durante la temporada muerta a aprender un nuevo estilo de bateo con un coach particular que contrató en Miami.
Sí, Vázquez es el jugador más reciente en dejarse seducir por el plan de ataque de hacer swing hacia arriba, algo asociado con su amigo y compañero de equipo, J.D. Martínez.
“Estuve todo el invierno trabajando en mi bateo”, reveló Vázquez. “Tengo a alguien trabajando conmigo en mi swing, así como J.D., Mookie (Betts) y Jackie Bradley Jr. están trabajando en lo mismo. Siempre estamos hablando de que queremos hacer ajustes, porque los pitchers todos los años son mejores. Te tiran veneno, 97 millas por hora, sinker. Uno tiene que cambiar. Y está funcionando. Me siento muy bien y con mucha confianza en mi swing”.
Un poco de producción ofensiva podría ayudar mucho a Vázquez a la hora de amarrar su puesto como primer receptor. Sus habilidades detrás del plato –un poderoso brazo y la capacidad de bloquear y cuadrar pitcheos-- son obvias.
La competencia de Vázquez son dos conocidos del roster de los Medias Rojas, Blake Swihart y el venezolano Sandy León.
¿Parte Vázquez como el favorito?
“No, todo el mundo jugará y tomaremos una decisión”, dijo el puertorriqueño Alex Cora, manager de los Medias Rojas. “No me fijo en quién tiene ventaja, nada de eso. Son tres buenos catchers y confiamos en los tres. Tomaremos la decisión cuando tengamos que tomarla y vamos a sentirnos cómodos con quién sea que se quede”.
El año pasado, los Medias Rojas tuvieron tres receptores en el roster activo. Pero ya dijeron que esa situación no es sostenible para esta temporada.
El principal rival de Vázquez pareciera ser Swihart, el mejor bateador del grupo y alguien que ha trabajado incansablemente en su defensa. León, conocido por su guante, tiene más perfil de segundo careta. Uno de los tres será cambiado.
“Los medios siempre andan sacando eso, pero somos una familia”, recordó Vázquez. “Estamos juntos en el mismo bote. La meta es ganar la Serie Mundial. Los tres somos bien unidos y siempre estamos trabajando juntos. Es divertido que estén aquí”.
Pero la competencia existe y nadie lo niega.
“Todo el mundo quiere jugar todos los días”, reconoció Vázquez, quien en el 2017 inició 85 duelos detrás del plato, un tope personal. “Es duro estar en el banco compartiendo el tiempo, pero las cosas son como son. Nosotros no tomamos esas decisiones”.
La pregunta es quiénes serán los dos que seguirán en el equipo cuando los Patirrojos abran la temporada en Seattle el 28 de marzo.
En cuanto a las decepciones personales por el año pasado, Vázquez afirma que es tema superado.
“Este año llegué en tremenda forma y antes de la cirugía ya estaba bateando bien”, dijo Vázquez. “Y bateé bien en los playoffs”.
¿Podría la presión por el nuevo contrato haber impactado negativamente su trabajo el año pasado?
“No, la verdad”, respondió Vázquez. “Yo no pienso en esas cosas. Cuando dicen ‘Play ball’, mi mente cambia completamente”.
Vázquez entiende por qué le están pidiendo otra vez que se gane el puesto.
“Por supuesto”, dijo. “Necesito ser más consistente”.
Cora fue franco con su receptor durante esas decepcionantes primeras semanas de la temporada pasada.
“No era el pelotero que estábamos esperando y se lo dije”, aseguró Cora. “Me dolió cuando se lesionó, porque estaba empezando a jugar mejor. Pero después, al final del año, empezó a hacer un mejor trabajo, no sólo ofensivamente, sino defensivamente”.
Y aunque Cora no está listo para darle el puesto a Vázquez de una vez, sí está dispuesto a decir que tiene la convicción de que su pupilo cuenta con el talento para ganárselo.
“Hizo tremendo trabajo en la temporada muerta”, puntualizó Cora. “Físicamente se ve mucho mejor. Ofensivamente trabajó en su swing. Lo ves en la práctica de bateo. Está bateando la bola hacia arriba. Llevándola hacia su mano. Está viviendo un buen momento”.
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