JOE CAMBRIA |
Por Esteban Romero
Si hubiera hecho la pregunta anterior a un cubano en la década de los 50, me habría
respondido: “oye, compadre, ¿Tú no conoces al scout de los Senadores?” Cambria se
movía dentro del estadio del Cerro como si estuviera en su casa, conocía a todos los
equipos y peloteros de la liga profesional cubana e igualmente a los de la Unión Atlética
Mi padre estaba errado cuando me decía que Joe era descendiente de cubanos, nada de
eso, Joe nació como Carlo Cambria en Messina, Italia, con un pie en la isla de Sicilia y
a quince minutos en ferry de la península itálica. Cambria nació en 1890 y tres años
después emigró con su padre viudo y hermanos a EEUU. El mítico Vito Andolini, que
luego fuera Vito Corleone, personaje ficticio inventado por Mario Puzo en su novela
“El Padrino”, emigró según la leyenda en 1901 a EEUU, así que Joe lo hizo 8 años
antes que Vito. Cambria, al llegar a Norteamérica, fue rebautizado como Joseph Carl
Cambria, y desde inicios del siglo XX comenzó a jugar béisbol. Jugó en equipos de
pelota americano e incluso canadiense, pero su ambición de jugar pelota se tronchó
cuando se fracturó una pierna. En 1916 se hizo ciudadano americano y participó como
soldado en la I Guerra Mundial. Más tarde se asentó en Baltimore, donde abrió una
tintorería e hizo otras cosas más, así como organizar un equipo amateur de pelota, que
bautizó como los Bugles (Cometas), los que más tarde jugaron béisbol semi-profesional.
Al final de la década de los 20 Joe compró un equipo de béisbol profesional, los
Hagerstown Hubs (Bujes de Hagerstown) que jugaban en la liga Blue Ridge (Cresta
Azul). Metido de lleno en el negocio del béisbol, Cambria continuó vendiendo o
comprando equipos, y no se limitaba a conjuntos de blancos, incursionó en las Ligas
Negro, en la cual compró a los Medias Negras de Baltimore en 1932 que jugaba en la
liga Este-Oeste, equipo que se desintegró por varios motivos en 1934. Previendo esa
debacle, Cambria había comprado a los Senadores de Albany en 1933 por sólo 5 000
dólares en plena depresión, para más tarde venderlos por 65 000 dólares a los Gigantes
de Nueva York. El juez Landis vino entonces para establecer una ley que los scouts no
podían ser dueños de equipos en las Menores. Cambria no aceptó la regulación y quiso
echar pleito, pero para su suerte ya él había establecido una relación con el dueño de los
Senadores de Washington, el Sr. Clark Griffith, que le aconsejó no hacer más nada,
excepto vender lo que tenía, pues dentro de los Senadores tendría un puesto de scout.
Creo que lo interesa al lector es saber qué hizo Cambria con respecto a los peloteros
cubanos, y su primer contrato se lo dio al muy conocido Roberto “Tarzán” Estalella
Ventoza en 1934. Las nuevas generaciones es muy probable que no sepan quién fue este
matancero. Estalella fue un pelotero capaz de defender la antesala y los jardines, que
debutó en Grandes Ligas en 1935, precisamente con los Senadores de Washington,
equipo para el cual jugó hasta 1936. Luego volvió con los Senadores en 1939 y 1942,
previamente jugó con los Carmelitas de St Louis en 1914, y terminó jugando para los
Atléticos de Filadelfia de 1943 a 1945, y una breve incursión de 8 juegos en 1949. A
Estalella muchos scouts lo daban por negro debido a lo moreno de su piel, pero Cambria
lo dio por blanco, hizo debutar a Estalella con los Senadores de Albany en 1934 y lo
alternaba entre este equipo y los Senadores de Harrisburg hasta que subió al equipo
En 1936 Cambria viajó por primera vez a Cuba, sabía que era un país donde se jugaba a
la pelota caliente y seguro estaba de conseguir buenos prospectos para los Senadores.
De un golpe en 1936 contrató a nueve peloteros cubanos. Entre los que jugaron ese año
para el Albany estaban, además de Estalella, el receptor Fermín Guerra, el lanzador
Tomás de la Cruz y el inicialista Regino Otero. Otros contratados fueron el lanzador-
infielder Gilberto Torres, el lanzador-jardinero René Monteagudo y el venezolano
Alejandro “Patón” Carrasquel (tío del torpedero Chico Carrasquel), que en aquella
época jugaba en Cuba y que luego se convirtiera en el primer pelotero de ese país
sudamericano en jugar en las GL.
El olfato de Cambria era tal que se dio cuenta que él sólo no podía ver a todos los
peloteros jugar, y por eso se hizo de dos scouts (le dicen ahora cazatalentos en español)
más, uno de ellos fue el cubano Merito Acosta que se encargaba de viajar a las
provincias para ver peloteros que no jugaban en la profesional o en la Unión Atlética
Cambria no solo contrataba cubanos, sabía moverse y descubrir talento incluso en los
EEUU. Los conocidos peloteros norteamericanos Eddie Yost, Mickey Vernon y Earl
Wynn fueron descubiertos y firmados por Cambria.
Cuando Bobby Maduro le dio la idea de construir el gran estadio del Cerro, a Cambria
no se le escapó la idea e invirtió en dicha obra comprando bares, casas de apartamentos
y un pequeño restorán que estaba por detrás de la pizarra del jardín central.
En 1946, o sea previamente a la construcción del Gran Estadio, Cambria se convirtió en
uno de los tres co-dueños del equipo Havana Cubans, que jugaba en la Liga
Internacional de la Florida, clase C. En ese conjunto jugaban esencialmente cubanos,
algún que otro latino, algún que otro cubano-americano y muy pocos norteamericanos.
Esa era entonces la cantera principal de peloteros profesionales cubanos. El equipo fue
sucursal de los Senadores de Washington y ganó cinco campeonatos consecutivos hasta
que Bobby Maduro compró la franquicia, cambió su nombre por el Cuban Sugar Kings
y los llevó a jugar a la Liga Internacional clase AAA en 1954. Nos referiremos a
Hay quien dice que Cambria le daba un contrato a cualquier pelotero cubano y que
muchos iban a las Mayores a tomarse un cafecito para luego volver a las Menores. La
realidad es que contrató muchos peloteros cubanos, la lista es extensa y va desde los ya
mencionados hasta Roberto y Oliverio Ortiz, Rogelio Valdés, Santiago Ullrich, Frank
Campos, Adrián Zabala, José Zardón, Preston Gómez, Conrado Marrero, Sandalio
Consuegra, Julio Moreno, Limonar Martínez, Willy Miranda, Wenceslao González,
Miguel Fornieles, Carlos y Camilo Pascual, Pedro Ramos, Ossie Álvarez, Gonzalo
Naranjo, José Valdivielso, Zoilo Versalles, Julio Bécquer, Juan Delís, Carlos Paula, y
Ángel Scull, que no pudo debutar en la pelota grande por una lesión, entre otros.
Tony Oliva |
Se afirma que Cambria llegó a contratar unos 400 peloteros entre cubanos, latinos y
norteamericanos. La tarea de Cambria continuó más tarde con los Mellizos de
Minnesota cuando la franquicia de los Senadores cambió igualmente de sede. En 1961
Cambria firmaba a un prospecto de nombre Tony Oliva, el pinareño que luego ganara
dos campeonatos de bateo consecutivos en sus dos primeras temporadas en las GL.
Hay un dato que me parece un poco raro y es sobre cómo murió Cambria. Se dice que
enfermó en Cuba en marzo de 1962 y que salió inmediatamente de Cuba a Minneápolis
para luego morir en el hospital de St. Barnabas de esa ciudad el 24 de setiembre de
1962. No entiendo qué podría estar haciendo un scout de los Mellizos en Cuba en pleno
año 1962 cuando ya no existía allí pelota profesional y las actividades de los
cazatalentos estaban prohibidas. Tampoco había vuelos en ese entonces a EEUU, había
que ir a México y de ahí a EEUU. Así que si alguien sabe algo al respecto, pues con
informarlo tiene y le estaremos muy agradecidos.
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