lunes, 3 de febrero de 2020

¿Quién era Joe Cambria?

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JOE  CAMBRIA


Por Esteban Romero
Si hubiera hecho la pregunta anterior a un cubano en la década de los 50, me habría 

respondido: “oye, compadre, ¿Tú no conoces al scout de los Senadores?” Cambria se 

movía dentro del estadio del Cerro como si estuviera en su casa, conocía a todos los 

equipos y peloteros de la liga profesional cubana e igualmente a los de la Unión Atlética 

Amateur. En Cuba a Cambria se le conocía como el gran Papa Joe. 


Mi padre estaba errado cuando me decía que Joe era descendiente de cubanos, nada de 

eso, Joe nació como Carlo Cambria en Messina, Italia, con un pie en la isla de Sicilia y 

a quince minutos en ferry de la península itálica. Cambria nació en 1890 y tres años 

después emigró con su padre viudo y hermanos a EEUU. El mítico Vito Andolini, que 

luego fuera Vito Corleone, personaje ficticio inventado por Mario Puzo en su novela 

“El Padrino”, emigró según la leyenda en 1901 a EEUU, así que Joe lo hizo 8 años 

antes que Vito. Cambria, al llegar a Norteamérica, fue rebautizado como Joseph Carl 

Cambria, y desde inicios del siglo XX comenzó a jugar béisbol. Jugó en equipos de 

pelota americano e incluso canadiense, pero su ambición de jugar pelota se tronchó 

cuando se fracturó una pierna. En 1916 se hizo ciudadano americano y participó como 

soldado en la I Guerra Mundial. Más tarde se asentó en Baltimore, donde abrió una 

tintorería e hizo otras cosas más, así como organizar un equipo amateur de pelota, que 

bautizó como los Bugles (Cometas), los que más tarde jugaron béisbol semi-profesional. 


Al final de la década de los 20 Joe compró un equipo de béisbol profesional, los 

Hagerstown Hubs (Bujes de Hagerstown) que jugaban en la liga Blue Ridge (Cresta 

Azul). Metido de lleno en el negocio del béisbol, Cambria continuó vendiendo o 

comprando equipos, y no se limitaba a conjuntos de blancos, incursionó en las Ligas 

Negro, en la cual compró a los Medias Negras de Baltimore en 1932 que jugaba en la 

liga Este-Oeste, equipo que se desintegró por varios motivos en 1934. Previendo esa 

debacle, Cambria había comprado a los Senadores de Albany en 1933 por sólo 5 000 

dólares en plena depresión, para más tarde venderlos por 65 000 dólares a los Gigantes 

de Nueva York. El juez Landis vino entonces para establecer una ley que los scouts no 

podían ser dueños de equipos en las Menores. Cambria no aceptó la regulación y quiso 

echar pleito, pero para su suerte ya él había establecido una relación con el dueño de los 

Senadores de Washington, el Sr. Clark Griffith, que le aconsejó no hacer más nada, 

excepto vender lo que tenía, pues dentro de los Senadores tendría un puesto de scout. 


Creo que lo interesa al lector es saber qué hizo Cambria con respecto a los peloteros 

cubanos, y su primer contrato se lo dio al muy conocido Roberto “Tarzán” Estalella 

Ventoza en 1934. Las nuevas generaciones es muy probable que no sepan quién fue este 

matancero. Estalella fue un pelotero capaz de defender la antesala y los jardines, que 

debutó en Grandes Ligas en 1935, precisamente con los Senadores de Washington, 

equipo para el cual jugó hasta 1936. Luego volvió con los Senadores en 1939 y 1942, 

previamente jugó con los Carmelitas de St Louis en 1914, y terminó jugando para los 

Atléticos de Filadelfia de 1943 a 1945, y una breve incursión de 8 juegos en 1949. A 

Estalella muchos scouts lo daban por negro debido a lo moreno de su piel, pero Cambria 

lo dio por blanco, hizo debutar a Estalella con los Senadores de Albany en 1934 y lo 

alternaba entre este equipo y los Senadores de Harrisburg hasta que subió al equipo 


En 1936 Cambria viajó por primera vez a Cuba, sabía que era un país donde se jugaba a 

la pelota caliente y seguro estaba de conseguir buenos prospectos para los Senadores. 

De un golpe en 1936 contrató a nueve peloteros cubanos. Entre los que jugaron ese año 

para el Albany estaban, además de Estalella, el receptor Fermín Guerra, el lanzador 

Tomás de la Cruz y el inicialista Regino Otero. Otros contratados fueron el lanzador- 

infielder Gilberto Torres, el lanzador-jardinero René Monteagudo y el venezolano 

Alejandro “Patón” Carrasquel (tío del torpedero Chico Carrasquel), que en aquella 

época jugaba en Cuba y que luego se convirtiera en el primer pelotero de ese país 

sudamericano en jugar en las GL. 


El olfato de Cambria era tal que se dio cuenta que él sólo no podía ver a todos los 

peloteros jugar, y por eso se hizo de dos scouts (le dicen ahora cazatalentos en español) 

más, uno de ellos fue el cubano Merito Acosta que se encargaba de viajar a las 

provincias para ver peloteros que no jugaban en la profesional o en la Unión Atlética 


Cambria no solo contrataba cubanos, sabía moverse y descubrir talento incluso en los 

EEUU. Los conocidos peloteros norteamericanos Eddie Yost, Mickey Vernon y Earl 

Wynn fueron descubiertos y firmados por Cambria. 


Cuando Bobby Maduro le dio la idea de construir el gran estadio del Cerro, a Cambria 

no se le escapó la idea e invirtió en dicha obra comprando bares, casas de apartamentos 

y un pequeño restorán que estaba por detrás de la pizarra del jardín central. 


En 1946, o sea previamente a la construcción del Gran Estadio, Cambria se convirtió en 

uno de los tres co-dueños del equipo Havana Cubans, que jugaba en la Liga 

Internacional de la Florida, clase C. En ese conjunto jugaban esencialmente cubanos, 

algún que otro latino, algún que otro cubano-americano y muy pocos norteamericanos. 

Esa era entonces la cantera principal de peloteros profesionales cubanos. El equipo fue 

sucursal de los Senadores de Washington y ganó cinco campeonatos consecutivos hasta 

que Bobby Maduro compró la franquicia, cambió su nombre por el Cuban Sugar Kings 

y los llevó a jugar a la Liga Internacional clase AAA en 1954. Nos referiremos a 


Hay quien dice que Cambria le daba un contrato a cualquier pelotero cubano y que 

muchos iban a las Mayores a tomarse un cafecito para luego volver a las Menores. La 

realidad es que contrató muchos peloteros cubanos, la lista es extensa y va desde los ya 

mencionados hasta Roberto y Oliverio Ortiz, Rogelio Valdés, Santiago Ullrich, Frank 

Campos, Adrián Zabala, José Zardón, Preston Gómez, Conrado Marrero, Sandalio 

Consuegra, Julio Moreno, Limonar Martínez, Willy Miranda, Wenceslao González, 

Miguel Fornieles, Carlos y Camilo Pascual, Pedro Ramos, Ossie Álvarez, Gonzalo 

Naranjo, José Valdivielso, Zoilo Versalles, Julio Bécquer, Juan Delís, Carlos Paula, y 

Ángel Scull, que no pudo debutar en la pelota grande por una lesión, entre otros.


Tony Oliva

Se afirma que Cambria llegó a contratar unos 400 peloteros entre cubanos, latinos y 

norteamericanos. La tarea de Cambria continuó más tarde con los Mellizos de 

Minnesota cuando la franquicia de los Senadores cambió igualmente de sede. En 1961 

Cambria firmaba a un prospecto de nombre Tony Oliva, el pinareño que luego ganara 

dos campeonatos de bateo consecutivos en sus dos primeras temporadas en las GL. 


Hay un dato que me parece un poco raro y es sobre cómo murió Cambria. Se dice que 

enfermó en Cuba en marzo de 1962 y que salió inmediatamente de Cuba a Minneápolis 

para luego morir en el hospital de St. Barnabas de esa ciudad el 24 de setiembre de 

1962. No entiendo qué podría estar haciendo un scout de los Mellizos en Cuba en pleno 

año 1962 cuando ya no existía allí pelota profesional y las actividades de los 

cazatalentos estaban prohibidas. Tampoco había vuelos en ese entonces a EEUU, había 

que ir a México y de ahí a EEUU. Así que si alguien sabe algo al respecto, pues con 

informarlo tiene y le estaremos muy agradecidos.

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