Los Rays vencieron a los Astros 4 por 2 con dos jonrones más, una gran labor de Charlie Morton y el regreso a la estelaridad de su bullpen. El equipo que ocupa la casilla 28 en la escala salarial de las Grandes Ligas es el número uno de la Liga Americana, el campeón de ese circuito
Por Ignacio Serrano
ElEmergente.com
Uno de los equipos más pobres del beisbol es el nuevo campeón de la Liga Americana.
La sólida apertura de Charlie Morton, el eficaz relevo de dos apagafuegos, dos parpadeos de Lance McCullers en la acera de enfrente y una defensa segura, que no concede ventajas a los rivales, condujeron a los Rays a una victoria más, la última que les faltaba para derrotar a los Astros y celebrar este sábado, en el Petco Park, la conquista del segundo banderín en la historia de la franquicia.
La lucha entre dos divisas emocionantes, construidas a partir de conceptos sabermétricos, terminó con el triunfo de la menos costosa, la que solo tiene un jugador millonario --precisamente Morton--, pero que desde el Día Inaugural jugó la mejor pelota que se haya visto este año en el joven circuito.
Tampa Bay ganó 40 encuentros en la campaña regular. Solo los Dodgers triunfaron más veces, pero en la Liga Nacional. Y eso pasó gracias a un cuerpo de lanzadores plástico y eficaz, con 12 relevistas que han cerrado encuentros y una alineación modesta en sus nombres, que sin embargo es capaz de poner la pelota del otro lado de la barda con gran frecuencia.
Más de 70 por ciento de las rayitas de los floridanos ante Houston en esta Serie de Campeonato a siete duelos se produjo por cuadrangulares, reportó MLB.com (71,9). Y el choque decisivo fue ejemplo exacto de ello.
El cubano Randy Arozarena, una de las estrellas emergentes de 2020, descargó un jonrón con uno a bordo contra McCullers en el primer inning, para dar temprana ventaja a los acuaticos. Fue su séptimo bambinazo en esta temporada. Otro vuelacercas de Mike Zunino puso el 3-0 en la pizarra, un capítulo después.
Era de esperarse, en parte. McCullers es un buen serpentinero, pero ya había permitido cinco bombazos en poco más de 10 actos en estos playoffs. Antes del primer pitcheo, pues, había amenaza de tormenta.
Con eso bastaba para la victoria, porque Morton y sus dos apagafuegos limitarían el daño hasta el último out. Pero todavía Zunino añadiría otra con sacrifly, en el sexto pasaje.
Las dos de los texanos llegaron tarde y resultaron pocas. Las llevó a casa el boricua Carlos Correa en el octavo, con un sencillo que empujó al venezolano José Altuve y al cubano Aledmys Díaz. Ambas marcas corrieron por cuenta de Nick Anderson, uno de los cerradores de los Rays, que había ingresado en el sexto, aunque Peter Fairbanks fue quien recibió la última conexión.
Listo, 4 por 2. No pasó más. O al menos, no pasó más de lado de los siderales.
Luego de convertirse en el segundo club que levanta una serie que perdían 3 encuentros por 0, los vencidos fallaron el último día en su intento por emular a los Medias Rojas de 2003 como los únicos que después de eso también ganaron el séptimo y decisivo choque.
El manager Dusty Baker, que tomó las riendas del conjunto a pocos días del Spring Training, los dejó a las puertas del Clásico de Otoño, aunque perdió por lesiones a su as Justin Verlander, al cerrojo Roberto Osuna y al slugger cubano Yordan Álvarez, uno de sus principales bombarderos.
Le tocó, a él y a los suyos, bregar contra la animadversión de una parte importante de sus colegas y de la afición, que clamaban por revancha después de conocerse que conquistaron el anillo de 2017 con la ayuda de una trampa ilegal. Pero en cierto modo también resultaron ganadores: aunque no regresen al lance decisivo, demostraron que, por sobre todo, son una divisa con talento, que jugando limpio también puede ser un gran competidor.
Para Tampa Bay es una fiesta merecida. Su manager Kevin Cash dirigió con habilidad y ojo moderno, pese a que maneja una nómina con salarios acumulados de 28 millones de dólares este año, un presupuesto que únicamente está por encima de los débiles Piratas y los Orioles.
Esa escuadra tiene ahora dos banderines de liga desde 2009, uno más que los emblemáticos Yanquis, el elenco que maneja más dinero en las Mayores.
Morton ahora suma cuatro victorias en juegos de vida o muerte, el doble respecto a sus seguidores en la MLB, informó ESPN Stats & Info. Su efectividad en esos encuentros, después de 5.2 entradas en blanco aquí, es de 0.40, machacó la transmisión de TBS.
EL DATO: Randy Arozarena es el cuarto novato elegido como Jugador Más Valioso de una Serie de Campeonato. El encendido cubano bateó para .321, con 4 jonrones, un doble y 6 empujadas. Antes que él, los reclutas galardonados fueron Mike Boddicker (Orioles, 1983), Liván Hernández (Marlins, 1997) y Michael Wacha (Cardenales, 2013)
Ahora viene la Serie Mundial. Cash y sus pupilos tendrán un perfil más discreto que sus oponentes, sean los Dodgers o los Bravos. Pero no importa. Ya está más que probado que este es un conjunto peligroso, que sabe jugar beisbol.
Ignacio Serrano
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