Ahora nos toca ver qué será capaz de hacer Aaron Judge en el 2023, después de haber sido la más grande de las estrellas del béisbol el año pasado al protagonizar la mejor temporada ofensiva – en todas las facetas – para un jugador de los Yankees desde Babe Ruth y Lou Gehrig, una que evocó recuerdos de la Triple Corona de Mickey Mantle en 1956.
Incluso ahora, cuatro meses después de que Judge terminó su actuación en la campaña regular, uno mira los números y la pantalla de la computadora parece brillar un poco más:
Sesenta y dos jonrones, el récord de todos los tiempos para una temporada en la Liga Americana. Un total de 131 carreras empujadas, promedio de bateo de .311, slugging de .686, OPS de 1.111, 111 bases por bolas y porcentaje de embasarse de .425, el mejor de su carrera.
Conquistó todos los premios ofensivos que vale la pena ganar, se convirtió en JMV, recibió un nuevo contrato de US$360 millones y luego fue honrado con el nombramiento como primer capitán de los Yankees desde Derek Jeter.
Entonces, ¿qué nos tiene preparado como segunda parte?
Todo el mundo sabe que Judge hizo una apuesta inmensa a sí mismo al rechazar la extensión de contrato que le ofrecieron los Yankees antes de la temporada del 2022, y que luego saltó al terreno y respondió con la campaña de su vida. Judge no cobró simplemente el número ganador, sino también se ganó la mega lotería del béisbol.
Nadie espera que vuelva a conectar 62 cuadrangulares otra vez. Pero es interesante revisar la historia y ver cómo les fue a otros Yankees el año después de haber encabezado la Gran Carpa en vuelacercas.
Ruth, por supuesto, no dejó de dar sus “bambinazos” después de pegar 60 en 1927. Respondió con 54, luego 46, luego 49 y 46 otra vez. Pero Roger Maris, después de superar a Ruth con sus 61 en 1961, bajó a 33 la campaña siguiente -- aunque empujó 100 – y en líneas generales tuvo un buen año (suele olvidarse que Maris había sido JMV en 1960 con los Yankees, el año antes de aquella explosión jonronera).
Luego de que Mickey Mantle ganó la Triple Corona (.353, 52 HR, 130 CE), regresó para batear .365 con 54 vuelacercas y 94 remolcadas en 1957. Después de una campaña todavía más grande en términos de cañonazos en 1961, cuando estuvo junto a Maris dándole cacería a Ruth, jugó 30 partidos menos en 1962, pero igual se las arregló para disparar 30 cuadrangulares con 89 impulsadas y promedio de .321.
El compañero de equipo de Judge, Giancarlo Stanton, sacó 59 pelotas con los Marlins en el 2017 y luego conectó 38 vuelacercas cuando llegó a los Yankees, su tope vistiendo el uniforme a rayas.
Hay una canción de los Red Hot Chili Peppers llamada “Encore”, cuya última línea es esta: “Ahora los resultados van a cambiar”. Significa que incluso Judge necesita pasar la página después de lo que le vimos hacer en la segunda mitad de la campaña pasada, cuando parecía que estaba dando al menos un jonrón por día hasta que presionó brevemente el botón de pausa luego de dar el Nro. 61.
El lunes, le pregunté al manager de un equipo de la Liga Americana cómo fue enfrentar a Judge en el 2022 y qué tipo de plan tuvo su equipo contra el Nro. 99.
“Nuestro plan para Judge, de hecho, cambiaba de serie a serie”, dijo. “A principios de año, lo atacamos para tratar de ponernos en conteos favorables para los lanzadores lo más pronto posible. Pudimos controlar su poder poniéndolo en conteos desfavorables.
“Rectas o sliders en strike temprano en el conteo. Él normalmente expandía la zona luego. Por un momento, parecía que estábamos controlando los turnos. ¿Pero ya al final del año? Hizo algunos ajustes y empezó a cubrir todo lo que le lanzábamos. Se convirtió en ese tipo de bateador que te hace fijarte cuándo le toca batear. Normalmente, yo me adelanto tres o cuatro puestos en el orden. Pero con Judge, me empezaba a preocupar incluso cuando todavía había seis bateadores por delante suyo”.
Vale la pena recordar que Judge hizo todo esto, ya en los meses finales de la temporada, a pesar de que no estaba recibiendo mucha ayuda del resto del lineup de los Yankees, en un equipo que después de empezar el año con récord de 64-28, jugó para 35-35 el resto del camino. Judge cargó a su club mientras perseguía a Ruth y a Maris, y además batallaba por la Triple Corona de bateo hasta la última semana.
El manager de la Liga Americana con el cual hablé también me dijo esto sobre lo que vio de Judge en el verano del 2022. Fue una definición perfecta de lo que vimos todos:
“Era como si estuviéramos enfrentando a alguien que te podía cambiar el juego en cada turno”.
Hace alrededor de una semana, Judge le recordó al presentador de televisión, Jimmy Fallon, que la música que usaba antes de sus turnos fue “Hello”, de Pop Smoke. Cualquiera que sea la canción este año, Judge volverá a decirle “Hola” a Yankee Stadium el 30 de marzo, cuando los Yankees abrirán la campaña ante los Gigantes, el club que tanto batalló por sus servicios en la agencia libre. Después de una temporada de 62 vuelacercas, tratará de dar el Nro. 1 en el primer día de la Parte 2 para el Nro. 99.
Mike Lupica es columnista de MLB.com.
No hay comentarios:
Publicar un comentario