Mike Lupica/MLB.com
JUPITER, Florida -- Fue el comienzo de una combinación de ensueño para los Mets y sus seguidores, Max Scherzer lanzando un partido y Jacob deGrom el siguiente en los Entrenamientos de Primavera. Empezó en Júpiter, Florida la tarde del lunes. El estadio estaba lleno de fanáticos del equipo de Queens para ver a Scherzer contra los Marlins, las ovaciones eran cada vez más fuertes y aumentaba la emoción cada vez que Scherzer salía de la cueva para lanzar otro episodio rumbo a cinco innings en su primera apertura de su primera pretemporada con Nueva York.
“Me divertí bastante viéndolo lanzar por nosotros”, le dijo el jardinero Dominic Smith al dirigente Buck Showalter cuando terminó el partido.
“¿Cómo crees que yo me sentí?” respondió Showalter.
A mediados de marzo, Scherzer lanzó como si fuera un encuentro de mediados de temporada contra un rival divisional. Prácticamente Scherzer hizo lo que sabe hacer, dando todo un espectáculo, listo para realizar otro pitcheo casi inmediatamente después de recibir la bola de su receptor, el puertorriqueño Tomás Nido. Casi enfadado de que Jazz Chisholm Jr. diera un toque de bola perfecto para iniciar el cierre del primer capítulo. Incluso más furioso cuando Jacob Stallings se salía de la caja de bateo y pidiendo tiempo cuando Scherzer estaba listo.
Max Scherzer -- lanzando cinco entradas inmediatamente, un día antes de que deGrom realizara un debut mucho más anticipado en el estadio de los Mets -- no demostró todo lo mejor de su repertorio contra los Peces, porque no era necesario. Pero su arsenal de todas maneras fue impresionante, atacando la zona de strike, recetando cinco ponches, concediendo apenas dos imparables después del toque de Chisholm, sin boletos otorgados en 72 pitcheos, de los cuales 55 fueron strikes.
Era evidente que Scherzer, miembro del subcomité ejecutivo de la Asociación de Jugadores, estaba listo para que terminara el cierre patronal y todas las negociaciones tras 99 días. El derecho, quien es un futuro miembro del Salón de la Fama y ahora integrante de los Mets, tiene 37 años, pero no lo demostró en la jornada del lunes. Se vio más como un muchacho que busca ganarse un puesto en el roster de Showalter.
Al preguntársele después de su presentación si la disfrutó, Scherzer dijo lo siguiente: “Por Dios. Creo que ya saben la respuesta”.
Luego el martes en Port St. Lucie, deGrom se subió a la lomita por primera vez desde julio del año pasado. No lanzó cinco capítulos contra los Astros. Fue una salida de dos innings, como estaba planeado. Pero ponchó a cinco bateadores y concedió apenas un imparable -- y de paso su recta alcanzó las 99 millas por hora. Los Mets triunfaron el martes, luego de caer el lunes. Pero eso no fue tan importante. No se pudieron haber visto dos mejores partidos que los que Nueva York tuvo por parte de sus dos ases para comenzar la semana. Scherzer fue Scherzer y deGrom se vio como el de siempre, y los fanáticos de los Mets ven una temporada -- y posiblemente un octubre -- lleno de posibilidades.
“Nos estábamos riendo”, dijo deGrom el martes, recordando una plática con Scherzer. “Me retó a lanzar una curva con el primer pitcheo. Eso fue lo que hice; lo miré y nos reímos. Fue divertido. He disfrutado el momento que hemos compartido y ya estoy aprendiendo de él, pidiéndole consejos. Ha estado en el juego por un buen tiempo y estará en el Salón de la Fama. Por eso, es maravilloso cada vez que puedas estar junto a muchachos así”.
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