PARTICIPÓ EN LA SERIE INTERANTILLANA CENTENARIO 1944 Y MURIÓ DE 30 AÑOS, EN 1952
El equipo campeón de los Juegos del Centenario 1944, la Selección Nacional Dominicana. De pie, desde la izquierda: Manuel Henríquez (asistente-manager), Pepe Lucas, Grillo “B”, Güigüí Lucas, Fallón Heureaux, Dr. Birrito Bonetti Burgos (Pdte. Comisión Deportes), Loro Escalante, Burrulote Rodríguez (delegado), Grillito “C”, Yoyo O’Reilly, Bombo Ramos y Horacio Martínez (manager). Arrodillados: Aquiles Martínez, Niño el Zurdo, Tetelito Vargas, Bell Arias, Ramón Burgos, Canín Zabala y Enrique Lantigua. Sentados: Papito Vargas, Grillo “A”, Pajarito Perdomo, Papito Lucas y Loló Pérez. |
El 25 de febrero de 1944 se inauguró la serie de béisbol de primera categoría, denominada “Interantillana Centenario 1944”, la cual se pactó a 7 partidos, entre los equipos de Cuba y República Dominicana y los criollos aventajaron a los visitantes, ganando 5 encuentros y perdiendo solamente 2 veces. El conjunto de los nuestros bateó para un promedio colectivo de 273 puntos, en contra de 250, que fue la marca del average de los cubanos.
Los dominicanos estuvieron dirigidos por el inmortal shortstop Horacio Martínez, y los cubanos fueron comandados por el conocido expitcher Rodolfo Fernández.
Estos dos mandamás eran dos luminarias que habían brillado por muchos años en la mejor pelota del Caribe y en las Grandes Ligas de Color de los Estados Unidos.
Para la materialización de aquella serie, el gobierno de Trujillo construyó un nuevo Campo de Deportes e Hipódromo en terrenos del Ensanche La Fe, en el mismo lugar donde sirvió para las carreras de caballos. El hipódromo, que servía también en aquel entonces para campo de béisbol, recibió el nombre de “Perla Antillana”.
En cuanto a las actuaciones de Yoyo en aquellos siete partidos, intervino en dos de ellos. Primero, en el segundo encuentro tiró dos entradas, al sustituir en el bate a Bombo Ramos, en desafío que perdieron de los cubanos con anotación de 6 x 4, con Antonio Estrella en el box.
La otra ocasión fue cuando se enfrentó al zurdo Lino Donoso, donde trabajó muy bien durante los tres primeros episodios, pero en el cuarto fue bateado por los visitantes, permitiendo un trío de carreras y saliendo derrotado. La labor de Yoyo en aquella serie careció de los mejores resultados. Su drop no tuvo el efecto acostumbrado.
El oriental se recuerda como un atleta caballeroso y eficiente. Tenía estampa de atleta, contextura fuerte, alto y muy agradable en su trato con el público.
YOYO, era un pitcher del brazo derecho, que descolló mayormente en la década de los 40, a nivel amateur. |
El primero de marzo de 1952, O’Reilly falleció en esa madrugada en su residencia del Ingenio Porvenir, a causa de un ataque al corazón.
En el momento de fallecer, Yoyo contaba con 30 años, y hacía ocho que los amagos de la enfermedad que le segó la vida, lo obligaron a abandonar el diamante cuando estaba aún en la plenitud de sus facultades.
El petromacorisano dejó el béisbol precisamente en los momentos en que su nombre había sido enrolado en la lista de la Selección Amateur que representaría a la República en los Juegos Centroamericanos y del Caribe de Barranquilla- Colombia (1946). El serpentinero estaba listo, pero cuando tomó el equipaje, la peligrosa enfermedad que le atacó le hizo abandonar la partida.
Desde entonces jamás volvió a erguirse en el montículo que le hizo famoso en La Habana, Caracas y otras importantes plazas.
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