J.D. Martínez ha sido clave en la ofensiva de los Medias Rojas |
Por Mariana Moreno
Después de su fracaso en la temporada de 2020 en la MLB, J.D. Martínez advirtió en esta primavera que venía listo a despejar dudas. Y está cumpliendo su palabra, erigiéndose como el referente ofensivo de los Medias Rojas de Boston.
Martínez es ahora mismo líder de la Liga Americana en carreras anotas con 30, cuadrangulares con 10 e impulsadas con 31. Su línea de bateo es un brillante .339/.423/.661.
Con esta actuación el slugger ha callado bocas, sobre todo aquellas que criticaban el contrato de cinco años y 110 millones de dólares que le dieron en Boston en 2018 y del que optó por no salirse en el receso.
Se habló mucho de una posible salida del bateador designado de los Medias Rojas, después de una temporada de pesadilla (.213/.291/.389) producto de una mala preparación después del parón por el COVID-19.
Pero más allá de eso, Martínez siempre ha sido un jugador subvalorado.
Pocos parecen recordar que fue clave en la conquista del título de la Serie Mundial en 2018 y que, salvando la mala temporada de 2020, ha tenido buenos números.
Después de todo, ha sido ganador del Bate de Plata en 2015 y 2018, en cuatro de sus 11 campañas ha bateado al menos 30 jonrones y cuatro veces ha impulsado más de 100 anotaciones.
Martínez sabe que no recibe el crédito que merece y aunque está consciente de que no lo valoran lo suficiente, parece decidido a no permitir que eso lo afecte.
“Creo que tengo algo entre ceja y ceja”, dijo Martínez a ESPN.com en febrero. “Siempre he jugado así, teniendo que demostrarle a la gente que ha estado equivocada conmigo durante toda mi carrera”.
De momento, es uno de los factores clave para que los Medias Rojas estén en la cima de la división y se concentra en hacer que al fin deje de sentirse la ausencia de Mookie Betts como principal figura ofensiva del club.
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