Para el aficionado venezolano, puede resultar algo confuso el hecho de que Ildemaro Vargas tenga tantos problemas para establecerse como grandeliga. Si bien el nivel de la Liga Venezolana de Beisbol Profesional, así como el del resto de los circuitos del Caribe, no está a la altura del exhibido en las Grandes Ligas, siempre ha sido reconocido como uno muy cercano al de triple A o incluso ligeramente superior.
Y allí, con sus Cardenales de Lara en los últimos años, Vargas ha sido toda una estrella. En cinco campañas con los pájaros rojos, luego de breves pasantías por Caribes al inicio de su carrera, el oriundo de Caripito tiene una línea ofensiva de .312/.376/.397, con cinco jonrones, 75 empujadas, 147 anotadas, 29 bases robadas y un OPS de .773 puntos.
Pero desafortunadamente para el criollo, al igual que para muchos otros verdugos caribeños, el aterrizaje exitoso en el máximo escenario ha significado una asignación demasiado grande, por lo menos hasta ahora.
En sus primeros cinco años como ligamayorista, en los que ha tenido apariciones mayormente esporádicas, el ambidiestro apenas ha ligado para .240 de average, con un OBP de .272 en 157 juegos entre Cascabeles, Mellizos, Cachorros y más recientemente los Piratas.
“Sé que estoy aquí por una oportunidad”, le dijo Vargas al Trib Live sobre su llegada a Pittsburgh, luego de que Chicago lo colocara en asignación hace varios días. “Y como un pelotero y con todo lo que he atravesado en mi vida, quiero sacar provecho de esa oportunidad para demostrar lo que tengo“.
Vargas, de 29 años de edad, ha pasado partes de 12 temporadas en el circuito de ligas menores desde firmar con los Cardenales de San Luis cuando era un adolescente. Ahora, el venezolano sabe que tiene el material para ponerle fin a esas visitas a las granjas y finalmente encontrar algo de estabilidad en su carrera.
“Voy a ser sincero, no quiero ser el primer pelotero en jugar para los 30 equipos de las Grandes Ligas“, señaló Vargas con una sonrisa. “Así que estoy haciendo todo lo posible por conseguir más tiempo de juego y por ser un jugador productivo del que mi conjunto pueda depender en cualquier situación”, añadió.
La inestabilidad lo llevó a buscar otro ingreso:
Entre las pruebas que ha tenido que afrontar Vargas en su vida, está aquella que se presentó cuando San Luis lo cesanteó el 31 de marzo de 2015. Como padre de un bebé de apenas tres meses en ese entonces, el pelotero comenzó a trabajar en un staff de jardinería para completar su salario con los Bridgeport Bluefish de la Liga Independiente y así poder cubrir sus gastos cotidianos.
“Necesitaba hacer dinero para mi familia. Estaba cortando grama y estoy muy agradecido por esa experiencia, porque me hizo un hombre más fuerte. Esas son travesías que uno pasa y que te ayudan a apreciar la vida aún más”, recordó.
Eventualmente, el veterano firmó con los Cascabeles y se estrenó en la gran carpa con ellos en 2017. Pero allí continuó la inestabilidad que viene con despidos, cambios y designaciones.
“Mi camino ha sido duro. He hecho muchos sacrificios y he afrontado varios inconvenientes en mi rumbo hacia las Grandes Ligas. Sin embargo, porque ha sido un recorrido complejo, pero aún así estoy vistiendo un uniforme de ligas mayores, no puedo evitar sentirme agradecido“, dijo Vargas. “No puedo cambiar quien soy. Estoy agradecido, feliz. Así soy por naturaleza, aunque al mismo tiempo, las experiencias de la vida me han ayudado a valorar momentos como este y a mantenerme positivo. La vida es corta y tenemos que aprovechar cada oportunidad que tenemos“, agregó.
Las cosas no han salido del todo bien en sus seis juegos iniciales con los bucaneros, con quienes había conectado apenas un hit en sus 12 turnos oficiales antes de la jornada de este miércoles. Pero como bien sabe Vargas, el destino tiende a girar, y mientras llegan los batazos, hay otros aspectos de sí mismo que pueden aportarle a una organización.
“Creo que el hecho de que haya estado dispuesto a hacer eso habla mucho de quién es como ser humano“, señaló el dirigente de los Piratas, Derek Shelton, sobre el tiempo del criollo como jardinero. “Mucha gente se olvida de que los grandeligas también son personas. Cuando son despedidos o pasan cosas así, tienen que hacer lo necesario para llevar comida para sus familias”.
La versatilidad que ha demostrado Vargas a lo largo de su carrera en la gran carpa, es un punto particular de su juego que llama la atención del alto mando de Pittsburgh y en especial de Shelton. En sus cinco zafras en MLB, el utility ha defendido hasta seis posiciones distintas.
“Lo principal con él es su versatilidad y la capacidad que tiene de brincar para todos lados en el infield y hasta en los jardines”, expresó el capataz. “Cuando tienes a un ambidiestro tan versátil, definitivamente genera una nueva imagen del equipo y hace que los mánagers puedan pensar en cómo utilizar sus bullpens en base a los bateadores emergentes”.
Sea cual sea su rol con los Piratas, Vargas solo espera que esta oportunidad dure mucho más que las anteriores.
“No sé cuál es la razón por la que Pittsburgh me adquirió, pero para ser honesto, simplemente estoy agradecido de que lo hayan hecho. Sé que estoy aquí para ayudar a este equipo a ganar. Estoy aquí par sacar provecho de cualquier oportunidad que me brinden y para demostrar lo que tengo para ofrecer. Esperemos que esté aquí por un buen tiempo”, cerró.
Escrito por: Andrés Espinoza Anchieta | @AndresEspinoza
Foto: Cortesía Piratas.
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