5 PELOTEROS MÁS VELOCES QUE RICKEY HENDERSON
(En velocidad, no en bases robadas)
Rickey Henderson es el rey absoluto del robo de bases, el ladrón supremo que convirtió un arte en un récord intocable: 1,406 robos. Nadie lo alcanzó, nadie lo alcanzará.
Pero seamos claros: Henderson no era el más rápido. Su genialidad estaba en la cabeza, no en la zancada. Era un estratega, un lector de pitchers, un obsesivo del timing. Por pura velocidad bruta, varios peloteros lo superaban. Y aquí están cinco ejemplos.
1. Deion Sanders
"Prime Time" era un relámpago disfrazado de pelotero. Su velocidad era digna de la NFL: menos de 4.3 segundos en las 40 yardas. En sprint puro, Rickey parecía de otra categoría. Pero Sanders no tenía ni el colmillo ni la paciencia para robar bases como un cirujano.
2. Elly De La Cruz
El dominicano de Cincinnati es un fenómeno de laboratorio: mide 1.96, corre como un velocista olímpico y convierte cualquier rodado en una jugada cerrada. En Statcast, su velocidad está en lo más alto de la MLB actual. Aunque es muy bueno robando aún le falta lo que Rickey dominaba: la lectura del pitcher y el descaro calculado para elegir el momento exacto.
3. Billy Hamilton
Probablemente el pelotero más rápido que haya pisado una base en la era moderna. Su velocidad era tan absurda que parecía una caricatura: un infield hit con un toque flojo era casi automático. Y sin embargo, con todo ese cohete en las piernas, jamás pudo acercarse a la maestría de Henderson robando bases en momentos clave. Otra prueba de que correr rápido no basta.
4. Byron Buxton
Un misil humano. Sus métricas de velocidad lo colocan cada temporada en lo más alto de la liga. La cuestión es que la velocidad no sirve de nada si tu cuerpo no aguanta. Buxton corre más que Rickey en un radar, pero la historia no lo pondrá en la misma conversación porque jamás aprendió a robar con el colmillo del 24 de Oakland.
5. Cool Papa Bell
El mito de las Ligas Negras. Dicen que podía apagar la luz y estar en la cama antes de que el cuarto quedara oscuro. Bell era más rápido que todos, incluso que Sanders, Hamilton o Elly. Su velocidad era de otro mundo, casi sobrenatural. Si hubiera jugado en MLB en la era de Henderson, quizá la conversación sería distinta. Pero la historia lo relegó al mito, mientras Rickey escribió su nombre con tinta indeleble en los libros oficiales.
El veredicto
Sí, había peloteros más veloces que Rickey Henderson. Pero ninguno fue mejor robando. Porque Henderson no solo corría: pensaba, analizaba, estudiaba. No necesitaba ser el más rápido, porque era el más listo. Los demás eran atletas. Rickey fue un maestro del crimen en las almohadillas.
En resumen: Rickey no fue el rayo más brillante… fue la tormenta entera. Y por eso, aunque otros tuvieran piernas más rápidas, él será siempre el rey de los robos.
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