Por José M. Romero/Associated Press
SCOTTSDALE, Arizona -- Pablo Sandoval se volvió ídolo de los fanáticos de San Francisco tras ayudar a que los Gigantes conquistaran los títulos de la Serie Mundial en 2010, 2012 y 2014.
Y el venezolano sigue contribuyendo con el equipo.
A sus 33 años, Sandoval se dispone a comenzar su 13ra temporada en las mayores. Pero en muchos aspectos luce todavía como el joven de 22 años que debutó con los Gigantes en 2008.
La sonrisa no se le borra del rostro, interfiere en las entrevistas que varios compañeros conceden a la prensa en el clubhouse. Y, de la nada, durante el entrenamiento previo al juego del jueves, abrazó al nuevo manager Gabe Kapler, simplemente porque quiso hacerlo.
Pero energía y experiencia no son todo lo que aporta el "Kung Fu Panda" a los Gigantes desde su año de novato. Ahora ha aceptado gustoso su papel de mentor de muchos jóvenes que son parte del proceso de reconstrucción del equipo.
"Es muy importante para uno venir a trabajar contento y divertirse. Así todo el mundo puede ver lo afortunados que somos por tener la oportunidad de prepararnos y de jugar a la pelota", destacó Sandoval. "Para mí, (ayudar a los jóvenes) es bien importante, porque no sólo son el futuro de la organización, sino que son quienes van a definir el juego en situaciones clave. Y necesito darles el apoyo de un veterano para que se adapten y se sientan cómodos acá, para que puedan trabajar duro y con mucha pasión".
El corazón de Sandoval siempre ha estado en San Francisco, incluso durante su estadía de dos años y medio con los Medias Rojas de Boston. Volvió a los Gigantes en julio de 2017, luego que los Medias Rojas lo dieron de baja.
Durante el receso entre campañas, firmó un contrato de ligas menores con San Francisco, luego de batear para .268 con 14 jonrones y 41 impulsadas en 2019.
"Me importa tanto esta organización porque fue la que me contrató cuando yo tenía 16 años", aseveró. "Hay buenos recuerdos, muy bonitos, de los campeonatos y de muchos momentos con este equipo que me dio la oportunidad en las mayores".
El 1 de septiembre, todo pareció apuntar a una nueva despedida de Sandoval con los Gigantes en el Oracle Park. Ingresó como corredor emergente para cumplir un último turno antes de una cirugía de Tommy John que puso fin a su campaña.
Bruce Bochy, quien dirigió por años a Sandoval y estaba a punto de poner fin a su carrera, miró la escena de ese día desde la cueva.
Pero Sandoval está de regreso con los Gigantes, recibiendo turnos como bateador designado mientras se recupera de la operación. No se espera que esté listo para el día inaugural de la campaña, pero sigue aquí, con sus viejos compañeros Hunter Pence, Buster Posey, Brandon Belt y Brandon Crawford.
Y los fanáticos siguen adorando a los integrantes de los grandes equipos que tuvo San Francisco en la última década.
El jueves, Sandoval fue el bateador designado ante los Indios de Cleveland, en su tercer encuentro de pretemporada. Las ovaciones para el venezolano en el Scottsdale Stadium comenzaron incluso antes de que se parara en la caja de bateo para su primer turno.
"Los fanáticos son muy importantes para todos los equipos", consideró Sandoval. "Y es importante para un jugador crecer y tener este tipo de apoyo. Sin importar lo que pase, ellos siempre están con uno".
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