El tercera base con el uniforme de los Orioles se ganó un puesto en el roster del equipo de la Liga Americana en los Juegos de Estrellas de 2003 y 2005
Solo siete peloteros venezolanos han podido ingresar al Salón de la Fama de algún equipo de las Grandes Ligas. Luis Aparicio, David Concepción, Andrés Galarraga, Omar Vizquel, Johan Santana, Bob Abreu y Melvin Mora, han logrado la gloria. Este 20 de abril se cumple cinco años desde que Mora se unió a los inmortales de los Orioles de Baltimore.
Mora llegó a esa organización luego de que lo cambiaran los Mets de Nueva York en 2000. A partir de ese instante el criollo se convirtió en una pieza clave para la novena oropéndola.
Mora jugó 10 temporadas de las 13 que tuvo en la gran carpa con los Orioles, con los que dejó línea de .280, con 158 cuadrangulares, 662 carreas impulsadas, 709 anotadas, 252 biangulares y 1.323 indiscutibles.
Esos números fueron suficientes para que el oriundo de Agua Negra, Yaracuy, acompañara a su compatriota Luis Aparicio en el templo de los inmortales de los Orioles de Baltimore.
Melvin Mora se destacó con su guante por tener la capacidad de ser utility. Llegó a jugar las tres posiciones de los jardines y en el cuadro se desenvolvió en la antesala (su posición predilecta), las paradas cortas y la segunda base.
Con Baltimore participó en dos Juegos de Estrellas y se consagró con un Bate de Plata en la temporada de 2004.
En los libros históricos del equipo se visualiza que Mora es el segundo tercera base con más encuentros disputados.
Luego de Baltimore vistió la camisa de los Rockies de Colorado y terminó su carrera con los Cascabeles De Arizona.
Mora tiene ahora una fundación (Fundación Melvin Mora BBC) que ayuda a jóvenes a obtener becas a través del beisbol en universidades de Estados Unidos.
También creó la Latinoamericana Prospect League (LAPL) en la que busca ingresar a jóvenes en el draft internacional de MLB. Su sede se encuentra en la República Dominicana, en lo que era el complejo de los Cardenales de San Luis.
Dato curioso
En 2001 no solo fue la primera campaña de Mora con los Orioles. Ese año el defensor de la esquina caliente también se convirtió en padre de quintillizos.
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