David Venn/LasMayores.com
NASHVILLE – Carlos Mendoza es ahora el segundo dirigente venezolano a nivel de Grandes Ligas a tiempo completo, uniéndose a Oswaldo Guillén. Y si Mendoza logra lo que todo manager quiere, se unirá a Guillén (Medias Blancas, 2005) como los únicos capataces de su país en ganar una Serie Mundial.
Mendoza, de 44 años, vive esta semana sus primeras Reuniones Invernales como piloto de las Mayores, después de asumir el cargo con los Mets hace menos de un mes. Para el oriundo de Barquisimeto, es el inicio de un proceso arduo de devolver al equipo de Queens a las alturas de la Liga Nacional, tras una decepcionante campaña del club en el 2023 con récord de 75-87.
“Emocionado por la oportunidad que me están dando los Mets de Nueva York”, dijo Mendoza, coach a nivel de Grandes Ligas con los Yankees desde el 2018 hasta el 2023, incluyendo el puesto de coach de la banca del dirigente Aaron Boone desde el 2020. “Sabemos cuáles son las expectativas, especialmente cuando vienen de un equipo de Nueva York, como los Mets. La fanaticada es exigente. Las expectativas todos los años siempre son grandes y no hay nada diferente en esta situación”.
Efectivamente, conoce bien Mendoza el ambiente de la Gran Urbe y todo lo que eso conlleva. También está consciente de lo que necesitan los Mets, un equipo que pasó de ganar más de 100 juegos en el 2022 a la debacle de este año que resultó en el despido tanto del manager Buck Showalter como del gerente general Billy Eppler. En un Este de la Liga Nacional dominado por los Bravos desde el 2018, Mendoza, el nuevo jefe de operaciones de béisbol David Stearns y el propietario Steve Cohen pretenden cambiar ese rumbo.
Ya no están los lanzadores veteranos Max Scherzer y Justin Verlander. El puertorriqueño Edwin Díaz viene de una seria lesión sufrida en marzo de este año en el Clásico Mundial de Béisbol. Pete Alonso está a un año de la agencia libre. Pero sigue habiendo mucha calidad en los Mets, desde Alonso, el boricua Francisco Lindor, el venezolano Francisco Álvarez y Kodai Senga, ni hablar de juventud en ascenso como el dominicano Ronny Mauricio, Brett Baty y Mark Vientos.
“Emocionado con el talento que tenemos en nuestro equipo, sobre todo con los jugadores de posición”, dijo Mendoza. “Tenemos que trabajar en el lado del pitcheo. Eso no es un secreto. David ha sido bien ruidoso en torno a eso”.
Aparte de la conformación del roster, Mendoza quiere imponer su estilo como dirigente, algo que hizo por muchos años en liga menor y también por un tiempo en su ciudad natal de Barquisimeto como manager de los Cardenales de Lara en la LVBP. En ese sentido, ha recibido muchos consejos de parte de colegas dentro y fuera del dugout.
“Creo que lo más importante es seguir siento tú”, expresó Mendoza al respecto. “Has llegado hasta este punto por algo. De seguir siendo tú, vas a estar bien”.
Y por supuesto, muchos más ojos venezolanos estarán en los Mets, con Mendoza siguiéndoles los pasos a Guillén, Alfredo Pedrique (de manera interina con los Diamondbacks) y Miguel Cairo (piloto interino de los Rojos) como dirigentes de dicho país.
“Ha sido algo grande”, reveló Mendoza sobre el entusiasmo en Venezuela. “No sólo con mi familia, sino todo el país. Es algo que no lo tomo a la ligera. Estoy bien orgulloso de representar nuestro país y la comunidad latina. Creo que ahora hay muchos fanáticos de los Mets en Venezuela”.
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