domingo, 31 de agosto de 2025

Mateito era una regadera

Mateo Rojas Alou, nacido el 22 de diciembre de 1938 en Haina (San Cristóbal), República Dominicana, fue un destacado jardinero que representó a una de las familias más emblemáticas del béisbol latino. Firmado inicialmente por los San Francisco Giants en 1960, fue el segundo de los tres hermanos Alou —junto a Felipe y Jesús— que revolucionaron el juego desde la década de 1960. Su legado se construyó con esfuerzo, talento y una profunda pasión por el deporte.

Durante sus 15 temporadas en las Grandes Ligas (1960–1974), militó con los Giants, Pirates, Cardinals, Athletics, Yankees y Padres de San Diego. Fue parte clave del equipo de San Francisco que ganó la Serie Mundial de 1962, conectando en esa postemporada con .333 de promedio —una demostración de su temple en momentos decisivos. Posteriormente, en Pittsburgh, bajo la guía de Harry Walker, elevó su nivel ofensivo, conquistando el título de bateo de la Liga Nacional en 1966 con .342, y consolidándose como un bateador de élite durante los años siguientes.

Mateo brilló también en la Liga Dominicana de Béisbol Profesional, donde defendió los colores de los Leones del Escogido durante 15 temporadas. Fue una verdadera fuerza ofensiva, con promedio de .327, acumulando 687 hits, 332 carreras anotadas, 90 dobles, 27 triples y 14 jonrones en 2,110 turnos al bate. Lidera la historia de su equipo en hits, carreras anotadas y juegos disputados, e incluso fue parte de la combinación histórica de los hermanos Alou defendiendo los jardines juntos por los Leones, un símbolo de orgullo familiar y deportivo.

Además de sus hazañas en el campo, Mateo fue reconocido internacionalmente. Fue exaltado al Salón de la Fama del Museo Hispano del Béisbol en 2007 y su aporte al béisbol fue honrado también en República Dominicana. Incluso una calle en el Alto Manhattan fue nombrada Matty Alou Way como reconocimiento a su legado. Falleció el 3 de noviembre de 2011, pero sigue siendo una figura respetada y recordada como un maestro del contacto, un símbolo de consistencia y un embajador del talento dominicano en el béisbol.

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