Por Do-Hyoung Park/MLB.com
ARLINGTON – Estos dos equipos son justo lo que pensábamos que eran.
En efecto, es el batazo largo de Texas frente a la pequeña pelota de Arizona. Los tablazos kilométricos contra del béisbol de antaño.
Y hasta ahora en esta Serie Mundial, cada estilo ha tenido su oportunidad de brillar intensamente. “El Bombi” y su compañero, el poderoso torpedero Corey Seager, guiaron a Texas a una victoria en extrainnings en el Juego 1 la noche del viernes con dos bambinazos claves—y los agentes del caos de Arizona respondieron con su clásica manera de fabricar carreras, y más carreras en una victoria cómoda por 9-1 en el Juego 2 la noche del sábado.
El tema del conflicto, claramente, se ha establecido como un choque de estilos opuestos como se esperaba.
“Así es como hemos jugado todo el año”, dijo el antesalista de los D-backs, Evan Longoria. “Sé que hay gente que no ha visto nuestra forma de jugar pelota todo el año. Pero eso es lo que hemos hecho. Así es como ganamos juegos. Espero que haya sido una buena presentación del grupo que hemos visto”.
“Por eso están aquí”, declaró el receptor de Texas, Jonah Heim. “Ellos juegan a su modo. Saben alargar las entradas, y hacen daño cuando pueden. Al final del día, van a aprovechar cada sencillo y hacerte daño un paso a la vez”.
Lo que está bien claro es que este escaparate en el escenario más grande del béisbol tiene una muy buena oportunidad de extenderse por buen tiempo, porque así lo dice la historia.
Ha habido 60 Series Mundiales previas que se han empatado 1-1 tras los primeros dos choques, y 46 de ellas (76.7%) se alargaron a por lo menos seis juegos. La respuesta de Arizona el sábado fue significativa en ese sentido, porque de las 54 series que han comenzado 2-0 tras dos compromisos, solamente 21 de ellas (38.9%) han durado seis o más juegos.
Seis de los últimos siete Clásicos de Otoño se han ido a por lo menos seis partidos, por lo tano sería lo mas justo que esta serie se alargue y nos entregue todo el drama posible.
“Tenemos mucho trabajo por hacer”, declaró Longoria. “Sabemos que nuestro rival es tan resiliente como nosotros”.
Ahora, mientras esperamos con ansias el desenlace de esta emocionante serie, aquí están las frases de la confrontación.
La historia moderna de playoffs nos ha pintado una escena bien clara de la receta para el éxito: Lanza bien, juega buena defensa y vuélate la cerca. Los equipos que superan a sus rivales en cuadrangulares han tenido marca de 22-4 esta postemporada, y al arrancar el sábado, más de la mitad de las carreras anotadas (50.2%) habían llegado vía el cuadrangular.
Tiene mucha lógica. Es mas difícil hilvanar imparables en contra de cuerpos monticulares de élite que tienden a surgir profundo en octubre, entonces es apto hacer daño con un batazo largo.
Estos D-backs también pueden hacer eso. Pero las Serpientes se burlan de la idea de que esa es la única manera de ganar partidos, aun cuando podría ser más difícil hacerlo a su manera. Pero el sábado hicieron ver todo fácil tras anotar nueve carreras y conectar 16 hits – la mayor cantidad en un juego de Serie Mundial desde los Gigantes en el Juego 4 del duelo contra los Reales en 2014 -- incluidos 12 sencillos.
“Podría tener un equipo el algún momento que decida los juegos con el batazo largo”, dijo el piloto de los D-backs, Torey Lovullo. “Pero en este caso en particular, tenemos mucha velocidad y muchachos que saben ejecutar las jugadas. Los dirigiré de acuerdo con sus capacidades”.
Las matemáticas y las tendencias recientes están del lado de los Rangers, quienes arrancaron el encuentro del sábado con marca de 53-24 este año cuando conectan dos o más cuadrangulares en un partido—y no olviden que ellos dispararon 233 vuelacercas en la temporada regular, empatados con la mayor cantidad en la Liga Americana. Texas arrancó la jornada del sábado habiendo anotado el 51.9% de sus carreras en playoffs vía el batazo largo, y eso les ha beneficiado.
Do-Hyoung Park está a cargo de la cobertura de los Twins para MLB.com.
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