David Venn/LasMayores.com
ARLINGTON – En las primeras semanas de la temporada regular, el manager de los Diamondbacks, Torey Lovullo, afirmó que Gabriel Moreno estaba “pasando todas las pruebas” como receptor a tiempo completo a nivel de Grandes Ligas por primera vez en su carrera.
Luego, la confianza en el careta venezolano fue tal que Arizona dejó en libertad al otro cátcher principal del equipo, Carson Kelly, un exprospecto de lujo de los Cardenales que había llegado al desierto en el cambio por Paul Goldschmidt hace algunos años. Ahora, Moreno es parte crucial de unos Diamondbacks que disputarán desde este viernes la Serie Mundial con los Rangers. Afirmó Lovullo durante la postemporada que “no estaríamos aquí sin él”.
A sus 23 años, Moreno se ha encargado de manejar el pitcheo de un equipo que aspira a lo más alto, con toda la presión que implica esta altura del año.
“Me he manejado muy maduramente”, afirmó el mismo Moreno. “Tener conocimiento de todos los pitchers, tener la confianza de poder llamar un pitcheo sin temor. Ésa ha sido una de las claves muy importantes para mí”.
Efectivamente, Moreno se ha ganado la confianza de Lovullo, el coach de pitcheo Brent Strom y, sobre todo, los lanzadores de mayor nombre de los Diamondbacks. Ese grupo incluye, por supuesto, al abridor de Arizona para el Juego 1 del Clásico de Otoño, Zac Gallen.
“Gabby tiene 23 años, pero siento que tiene 33”, dijo Gallen. “Es la forma en que siempre está bien tranquilo, súper calmado. El momento no parece alterarlo. Y el talento está por las nubes”.
Fue esa clase de talento que motivó a los Diamondbacks a cambiar a uno de sus jugadores más valiosos de los últimos años, Dalton Varsho, a los Azulejos por Moreno y el jardinero cubano Lourdes Gurriel Jr. Siempre un cotizado prospecto de Toronto, Moreno por fin recibió la oportunidad de jugar de manera regular en el 2023 – diferente a los Azulejos, que ya contaban con Danny Janssen y el mexicano Alejandro Kirk en la receptoría – y aprovechó a plenitud, afinando su nivel como receptor y enseñando sus proezas al bate con .284/.339/.408 y con WAR general de 4.3 (versión Baseball-Reference).
“El cambio fue muy bueno para mí”, dijo Moreno, quien lleva OPS de .852 y tres jonrones en la presente postemporada. “Tener la oportunidad de poder desarrollarme como Grandes Ligas aquí con Arizona ha sido tremendo. Gracias a Dios, ha sido un año de bendiciones. Y salud. Gracias a Dios, nos hemos mantenido saludables hasta ahora”.
Ese “año de bendiciones” es algo que todos han visto en los predios de Arizona.
“He tenido un asiento de primera fila para ver crecer a Gabby”, dijo en ese sentido Gallen. “Creo que lo que vi al principio del año era mucho talento. Y luego ha sido fascinante verlo acomodarse, entender cómo manejar un cuerpo de pitcheo, llamar los juegos y ciertas cosas como ésas.
“Tiene 23 años y luce como si estuviera aquí durante 10 años. Ha sido algo grande”.
Ahora, faltan cuatro victorias para que la historia tenga un final feliz para Moreno y los Diamondbacks, contra un difícil equipo de Texas con un ataque ofensivo bastante completo.
“Sé que es un equipo bueno; tienen muy buenos bateadores, pitchers”, dijo Moreno sobre los Rangers. “Nosotros vamos a tratar de enfocarnos en nosotros mismos, en ser quienes somos y aprovechar cada oportunidad que nos den”.
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