Bartolo rompió todas las reglas

EL JUGADOR QUE ROMPIÓ TODAS LAS REGLAS… Y AÚN ASÍ SE VOLVIÓ LEYENDA⚾️💉

Bartolo Colón no tenía que ser una estrella.

Nació en la República Dominicana, sin luz, sin agua, y con un burro llamado Pancho. Dejó la escuela para trabajar en una finca de café y aguacate, y soñaba con jugar béisbol escondido. Lo arrestaron una vez por meterse a un campo sin permiso para jugar. Hoy, es dueño de esas tierras. Y ahí construyó su propia academia… con una estatua de Pancho.

Cuando los Indios lo rechazaron tres veces por lanzar apenas a 84 millas, mintió sobre su edad y dijo tener 18 en lugar de 20. Lo firmaron. Años después se descubrió la mentira, pero ya lanzaba a 99 mph… gracias, según él, a Taco Bell, McDonald's y a negarse a hacer ejercicio. Incluso tenía una cláusula en su contrato para ganar $50,000 si bajaba de peso. Nunca lo logró.

Desapareció misteriosamente de los White Sox en 2009 sin explicación. Ozzie Guillén pensó que estaba de luto por Michael Jackson. Un año fuera del béisbol… y todos lo daban por muerto. Pero regresó, y mejor que nunca.

Para salvar su carrera, se sometió a un procedimiento experimental: le inyectaron células madre de su propia grasa en el codo. La MLB lo investigó, los doctores lo demandaron, y aun así ganó el caso. Tenía 40 años… y registró una efectividad de 2.65.

Pero su historia también tiene sombras. En 2012 fue suspendido 50 juegos por testosterona. En 2016 salió a la luz que tenía una familia secreta. Cualquier otro jugador habría sido cancelado.

Bartolo, en cambio, seguía siendo "Big Sexy": patrocinado, querido, aplaudido.

Jugó hasta los 45 años. Fue el latino con más victorias en la historia de la MLB.

Recibió una recta de 101 mph en el abdomen sin inmutarse.

Y en sus últimos años con los Mets, jugaba a las escondidas con su coach antes de cada apertura.

Una vez, antes de su cuarto juego en Grandes Ligas, recibió una llamada en su hotel:

"Si no lanzas bien mañana, lastimaremos a tu esposa y a tus hijos."

El tipo le dijo su dirección exacta. No era una broma.

Falsificó su edad. Engordó 45 kilos.

Fue suspendido por dopaje. Tuvo una familia secreta.

Fue amenazado de muerte.

Y aun así, se convirtió en uno de los jugadores más queridos del béisbol.

Bartolo Colón rompió las reglas, los moldes… y toda lógica posible.

Un hombre que, contra todo pronóstico, escribió una de las historias más insólitas y humanas que el béisbol haya visto.

El tipo que debía fracasar… y terminó siendo eterno.

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