lunes, 24 de febrero de 2025

José Fernández único e irrepetible

José Fernández: "Fue un fenómeno único e irrepetible"
Por Michel Contreras
________________________________________

El extraordinario talento del desaparecido lanzador José Fernández encontró su catalizador en uno de los mejores entrenadores de pitcheo que nacieron en Cuba, Orlando Chinea. Salió de la Isla en 2004 en la misma embarcación donde emigró Kendrys Morales. Para entonces su mejor aval como preparador residía en el trabajo realizado (siempre a la sombra del legendario Pedro Pérez) con el staff naranja que se coronó en las Series Nacionales entre 1993 y 1995.

Una vez en Estados Unidos, un buen día comenzó a hacerse cargo de un talento en ciernes llamado José Fernández. Con apenas 15 años, el muchacho lanzaba a 82 MPH. Cierto es que tenía lastimado el codo del brazo de lanzar por una epicondilitis crónica, pero sus tremendas condiciones no pasaron por alto a los ojos de Chinea.

"José Fernández fue alguien imposible de describir. Nunca un pitcher cubano se estrenó en Grandes Ligas como él. Fíjate que rompió 22 récords como debutante y la mayoría de los que impuso están vigentes", me dijo en entrevista publicada en Cubanet.

"Por secretos de entrenamiento no revelaré lo que hicimos, pero su mentalidad se elevó a un grado superlativo, alcanzando un nivel de fiereza y madurez inigualables", contó.

José Fernández "tenía la genética, pero la mentalidad la fue moldeando con el programa de instrucción: por eso lo llamé un 'cold pitcher'. Aprendió a no reaccionar y a controlar sus emociones, cosa que no todos pueden conseguir. Fue un fenómeno único e irrepetible, de esos que surgen cada cien años. Basta con decir que han llegado a compararlo con Bob Feller y Nolan Ryan".

Lastimosamente hubo un momento en que el joven derecho se distanció de su mentor. Miami Marlins, donde "nunca supieron lo que puse en sus manos", lo compró por dos millones y José Fernández acabó "en manos de un ignorante".

En los Marlins "lo menospreciaron y no supieron asesorarlo. Después decidieron practicarle la Tommy John y su regreso fue 'exitoso', pero a un alto costo de desgaste para el brazo. Había perdido su devastador sinker, su slurve y su ángulo del brazo ya no era el mismo".

No hay comentarios:

Publicar un comentario