La resistencia hecha Lanzador

Diego Pablo Seguí González (17 de agosto de 1937 – 24 de junio de 2025) fue un destacado lanzador profesional cubano que dejó una huella profunda en el béisbol internacional. Nacido en Holguín, Cuba, se caracterizó por su inteligencia monticular, longevidad y por ser uno de los grandes exponentes del forkball, lanzamiento con el que desconcertó a bateadores durante décadas.

Seguí jugó en las Grandes Ligas de Béisbol como lanzador derecho para varias franquicias, entre ellas los Kansas City/Oakland Athletics, Washington Senators, Seattle Pilots, St. Louis Cardinals, Boston Red Sox y Seattle Mariners. Su momento cumbre en MLB llegó en 1970 con Oakland, cuando lideró la Liga Americana en efectividad (2.56), una hazaña notable considerando que no era un pitcher de poder extremo, sino de control, experiencia y variación de lanzamientos.

Uno de los datos más singulares de su carrera es que fue el único lanzador en participar en el primer juego de las dos franquicias de Grandes Ligas de Seattle. En 1969 fue parte de la rotación inaugural de los Seattle Pilots, y en 1977 abrió el primer juego en la historia de los Seattle Mariners, razón por la cual fue apodado el "Anciano Marinero". Aunque esa segunda etapa no fue exitosa en términos de resultados, su valor histórico quedó marcado para siempre.

Antes de eso, su temporada más productiva en MLB fue en 1969, cuando logró 12 victorias y 6 salvamentos con los Pilots, siendo elegido por sus compañeros como Jugador Más Valioso del equipo. A lo largo de su carrera, Seguí destacó tanto como abridor como relevista, adaptándose a cualquier rol que su equipo necesitara.

Tras su paso por las Grandes Ligas, Seguí continuó brillando en el béisbol latinoamericano. En la Liga Mexicana de Béisbol lanzó durante una década, incluyendo un juego sin hits ni carreras con los Cafeteros de Córdoba en 1978, y acumuló un impresionante récord de 96 victorias, 61 derrotas y más de mil ponches. Su dominio también fue enorme en la Liga Venezolana, donde lanzó durante 15 temporadas y estableció un récord histórico de 941 ponches, una marca que aún permanece vigente.

Gracias a su extraordinaria trayectoria, fue exaltado al Salón de la Fama del Béisbol Venezolano, al Salón de la Fama del Museo de la Herencia Hispana y recibió reconocimientos póstumos por su contribución al béisbol profesional, incluyendo premios a la trayectoria.

En lo personal, Diego Seguí también dejó legado familiar en el béisbol, ya que su hijo David Seguí tuvo una larga carrera como inicialista en las Grandes Ligas. Diego Seguí falleció el 24 de junio de 2025 a los 87 años, dejando la imagen de un lanzador culto, resistente y fundamental para entender la historia del béisbol cubano y latinoamericano en el siglo XX. #fblifestyle