Miguel Ángel Cuéllar Santana (8 de mayo de 1937 – 2 de abril de 2010) fue un destacado lanzador zurdo cubano que brilló en las Grandes Ligas durante 15 temporadas. Tras debutar en 1959 y regresar establemente en 1964, alcanzó su mejor nivel con los Orioles de Baltimore, equipo con el que conquistó el banderín de la Liga Americana en sus primeras tres campañas y ganó la Serie Mundial de 1970. También lanzó para Cincinnati, San Luis, Houston y California. Su consistencia, durabilidad y dominio lo llevaron a convertirse en una figura clave dentro del cuerpo de lanzadores de los Orioles y un referente del pitcheo latino en MLB.
En 1969, Cuéllar protagonizó una de sus mejores temporadas, consiguiendo 23 victorias y compartiendo el Premio Cy Young de la Liga Americana con Denny McLain. Entre 1969 y 1974, el zurdo registró cuatro campañas de 20 o más triunfos, consolidándose como uno de los brazos élite de su generación. Formó parte de una rotación histórica junto a Jim Palmer, Dave McNally y Pat Dobson, el famoso cuarteto que produjo cuatro ganadores de 20 juegos en 1971. Su estilo supersticioso y personalidad particular le valieron el apodo de "Caballo Loco".
El camino de Cuéllar hacia las Grandes Ligas comenzó en Cuba y Centroamérica. Tras destacarse en el béisbol militar cubano y en ligas invernales, llamó la atención de los scouts y se integró al sistema de los Cincinnati Reds. Su ascenso tomó tiempo, pasando por varios equipos de las menores hasta que perfeccionó su screwball, lanzamiento que transformó su carrera. Esa mejora le permitió establecerse primero con Houston y luego convertirse en estrella con Baltimore.
Durante su tiempo con los Astros (1965–1968), Cuéllar mostró destellos de grandeza, incluyendo temporadas con más de 200 ponches y efectividades élite. Sin embargo, fue su llegada a los Orioles lo que marcó el punto de giro definitivo. Con Baltimore, se convirtió en un caballo de batalla: juegos completos, blanqueadas, innings largos y dominio constante temporada tras temporada. Fue pieza clave en múltiples postemporadas, incluida la Serie Mundial de 1970, donde su actuación en el Juego 5 aseguró el campeonato.
Al finalizar su carrera, Cuéllar acumuló 185 victorias, más de 1,600 ponches y una reputación de lanzador inteligente, competitivo y extremadamente resistente. Dentro de los Orioles, aún figura entre los líderes históricos de la franquicia en victorias, entradas lanzadas y blanqueadas. En 1982, su legado fue inmortalizado al ingresar al Salón de la Fama de los Orioles de Baltimore. Su vida y obra dejaron una marca profunda tanto en la historia del béisbol cubano como en la de las Grandes Ligas. #fblifestyle
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