Una defensa de Oro......

Víctor Felipe Pellot Pové, conocido en las Grandes Ligas como Vic Power, nació el 1 de noviembre de 1927 en Arecibo, Puerto Rico. Fue una de las figuras más influyentes y elegantes que ha producido el béisbol puertorriqueño, reconocido tanto por su habilidad defensiva como por su estilo atrevido dentro del diamante. Power no solo dejó huella por su talento: también rompió barreras en una época marcada por la discriminación racial en el deporte estadounidense.

Sus primeros años estuvieron marcados por obstáculos familiares, ya que su padre se oponía a que jugara béisbol. No fue hasta la muerte de este, cuando Pellot tenía trece años, que pudo dedicarse plenamente al deporte. Su talento llamó rápidamente la atención y, tras su desarrollo en el béisbol invernal de Puerto Rico, fue firmado por los Yankees en 1951. Sin embargo, debido a prejuicios raciales y a su personalidad independiente, nunca recibió la oportunidad de debutar con el equipo.

En 1954 finalmente llegó a las Grandes Ligas con los Philadelphia Athletics, convirtiéndose en el segundo puertorriqueño afrodescendiente en jugar en MLB. Durante su carrera, vistió los uniformes de seis franquicias y forjó una reputación como uno de los mejores primera base defensivos de la historia. Ganó siete Guantes de Oro consecutivos, participó en cuatro Juegos de Estrellas y dejó estadísticas que hablan de consistencia: 1,716 hits, 126 jonrones y apenas 247 ponches en más de 6,000 turnos al bate.

Más allá de sus números, Vic Power fue un pionero en estilo y actitud. Popularizó el fildeo a una mano en primera base y enfrentó el racismo con ingenio y comentarios que se volvieron legendarios. Uno de los más citados ocurrió cuando, al negarle servicio en un restaurante segregado, respondió con humor negro que no se preocupara la camarera, pues él "no comía negros".

Tras retirarse, dedicó sus últimos años a enseñar béisbol a jóvenes en Puerto Rico y República Dominicana, influyendo en generaciones futuras. Falleció el 29 de noviembre de 2005 en Bayamón, dejando un legado inmenso en el béisbol latinoamericano. Hoy es considerado uno de los mejores primera base defensivos de todos los tiempos y una figura esencial en la historia deportiva de Puerto Rico.

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